¡Salve diosa palabra!
Que redimes los silencios
y acercas a los hombres y los pueblos.
Benditos tus giros, tus ambages,
tus rimas, tus sintagmas y grafemas, tus fonemas
tus lexemas tus categorías, tus conjugaciones...
¡Bendita tú que haces la magia de unirnos con la palabra amor y perdón!
Bendita palabra
que no discrimina,
que nos hermana
y consuela.
¡Salve diosa de la lengua oral y escrita!
Tus hijos los hombres te reverenciamos
y agradecemos
los siglos de historia que nos acompañas
y nos alegras.
Una palabra puede salvar el mundo de las guerras,
una palabra puede borrar rencores y odios,
una palabra puede edificar mundos mejores.
Usemos las palabras para edificar y unir
y no para destruir y separar.
¡Salve bendita palabra!
Habita en nuestros textos y nuestras bocas,
con tus camisas siempre planchadas.
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