TODOS LOS SUEÑOS MURIERON
Todos los sueños murieron,
el día que tus mariposas de amor fugaron.
No fuiste el amor bienaventurado que esperaba,
teñiste tus alas de traición y pecado
y sola y herida me has dejado.
Murió tu promesa de amor eterno,
¡Allá la veo colgada de un árbol!
Tus palabras de caramelo,
se hicieron helado hielo.
No queda chispas de amor entre nosotros,
tú las mataste
con tu infidelidad y tu traición penosa.
Las cometas de ilusiones que volaban por nuestros aires
son ahora rocas mudas que no hablan.
Esas dulzuras que para ti tejía ya no existen,
los ramajes de ternura
se enterraron en la tumba.
Mi mano que tu piel acariciaba,
tú la cercenaste,
mis ojos que solo a ti miraban,
los quemaste,
mis canciones que solo para ti bailaban
las paralizaste.
¡Culpable eres tú, culpable!
De hacer mi vida miserable
y regalarme un vino desagradable.
Seré para ti ahora, estrella inalcanzable,
ya no surcaré tus cielos, enamorada;
¡Esa es tu paga, hombre detestable!
Solo te queda una rendija:
pedir perdón y declararte culpable.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados
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