Es de noche en la ciudad
y los carros de la vida ya frenaron sus ruidos.
Contemplo admirada las farolas brillantes que me miran con sus ojos de
y los carros de la vida ya frenaron sus ruidos.
Contemplo admirada las farolas brillantes que me miran con sus ojos de
ensueños.
La ciudad duerme.
Y está tan callada y nostálgica,
que parece que fugaron sus ruidos,
y se adormecen sus preocupaciones.
Cuánta soledad y silencio embarga a mi querida urbe y a mi alma.
A sí callada e iluminada,
¡Te quiero más mi querida Lima!
Tu selva de edificios altos,
mira por sus ventanitas con luces.
Y se han quedado estáticas.
La lluvia moja la acera.
Mi paraguas coquetea con la lluvia.
Yo protejo mis tacones y mi chaqueta,
pero mi corazón se moja de abundante nostalgia.
Que silenciosa está mi ciudad,
¡Qué frías sus calles!
Me gusta ver su carita de niña solitaria,
que llena de amor mi alma.
Pero quisiera que tú este aquí, junto a mí.
Necesito tu calor, necesito tu presencia de sol.
Amor, sin ti, la ciudad,
está muda, vacía, y sin alma...
*Autora: Edith Elvira Colqui Rojas - Perú - derechos reservados
No hay comentarios:
Publicar un comentario