Mujer orquesta
Dicen que soy mujer orquesta,
que ando con el corazón siempre hecha fiesta,
qué salto de rama en rama en diversos proyectos.
¿Y para qué incomodarse
con la gente amargada que no hizo siesta?
¿O por un problema que indigesta?
Mejor echar los contratiempos
al tacho y seguir enhiesta.
Un verso por aquí,
una nota de canto, por allá,
un brochazo de pintura en mis cuadros,
un día deleitándose en la cocina
otro en el baile que me anima
y otro leyendo en mi grupo de poesía,
¡Amo hacer diversas actividades durante el día!
Toco la flauta para animar al cansado,
el tambor al que no quiere ser bien y flor,
tocó la lira para los poetas que inspiran,
el trombón para el que salta las normas,
la mandolina para las gentes amables
y las castañuelas
para el que práctica hechos loables.
En la cocina, en la pintura, en el tejido, la poesía y el canto, mujer orquesta soy.
Mil gracias al señor le doy
por los dones con que me vistió,
no para gloria mía
sino para la gloria de Dios.
Seguiré cantando, tocando y bailando
en mis jardines,
hasta que me toquen los clarines
y Dios me mande
al cielo con sus querubines.
Autora Edith Elvira Colqui Rojas Perú Derechos reservados
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