Madre,
una navidad más, sin ti,
Una navidad más sin las frutas de tus palabras, sin tus
abrazos de miel.
La casa donde viví contigo y mi padre,
no tendrá la misma alegría de sol, sin ti,
¡Cómo te gustaba preparar todo!
el árbol, la decoración navideña, el mantel, el pavo, las
copas,
los regalos...
Pero tú ya no estás,
y tu lugar permanecerá vacío, la noche de navidad y mi
corazón llorará.
Pero tu alma vive, madre.
Vive en estos corredores, en esta sala, en este hogar,
y aunque la nostalgia asalte.
Allá desde el otro lado. Tu alma vendrá.
Se sentirá tu alegría en nuestro hogar.
Esa que nunca te dejaba hasta en los momentos más
aciagos.
Seguiremos tus consejos y adornaremos toda la casa como
tú siempre lo hacías.
Y al llegar las doce. Un brindis haremos por un año más
de vida, y te recordaremos con amor al
saborear ese chocolate que tan delicioso
preparabas.
Y al entregarnos
los regalos, que tú tan amorosamente los forrabas y dejabas debajo del árbol y
al ver las bombardas en el cielo, veremos tu rostro alegre, deseándonos feliz
navidad, con un abrazo sincero, como siempre lo hacías.
Madre hoy es navidad, contigo o sin ti.
Allá afuera los niños ríen y juegan.
Las familias celebran contentas.
Yo miro al cielo, recordándote feliz.
*Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados