© SOY UN PEZ SOÑADOR

SOY UN PEZ SOÑADOR

Busco peces con plumas doradas comprometidas, peces con zapatos de tierra... Este poema lo podéis seguir leyendo en las plataformas que siem...

domingo, 15 de abril de 2018

AÚN TE SIENTO, MADRE MÍA


madre e hijos - Happy Hour - archivo firmado grabados



AÚN TE SIENTO, MADRE MÍA


Madre mía;

agosto te llevó ligero en sus barcas,
y los gorriones de la nostalgia,
en mi habitaciónn se han posado.

¡Y  de cuánta pena y dolor me han bañado!

Madre, tú no sabes

¡Cuánto vacío de hielo frío
me has dejado!
¡Y cómo,
en la silla del dolor, rendida me he quedado!
Bandadas de lágrimas he derramado;
mascullando tus recuerdos...

Madre,

agosto todavía gime en mis cortinas,
siento, sus vientos fríos que rozan mi  alma.
¡Cómo fantasmas!

Sí, madre  yo siento tus pasos vivos,

en esa habitación
que fue tuya:
oigo tu voy de ternura, que me llama: ¡Elvira, Elvira...!
Siento tus manos algodón acariciándome,
y puedo ver,
tus ojos brillantes llenos de bondad.
¡El cáncer, 
 el cáncer no pudo vencer tus alas!

Madre, tú no has muerto.

Te quedaste cocinando recuerdos en mi alma.

En ese cuarto de antaño,

 ¡Tus pisadas hablan!;
¡Yo tu voz, la siento muy clara!
Aquí levitan tus recuerdos,
en nubes difuminadas...

Tu presencia se ha prendido en mis trajes,

y yo, la dejo habitarme.
¡Necesito sentirte viva, para sobrevivir!
Y soportar,
el calvario fúnebre de tu ausencia
que me hiere con sus espinas afiladas.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados/ safe creative


NO ESTÁS


SOFT AND DREAMY

No estás y
Las ventanas de mi alma,
 se deshacen en vidrios rotos.
Miran el horizonte negro azabache de tu ausencia.
¡Lloran en quejidos de soledad!

Ya se deshacen en agujeros diminutos,
los últimos recodos de esperanza.
Y tú no llegas...
Amado, ¿dónde estás?

Mi  alma vaga, solitaria, errante;
y sobrevive,
 entre lunas que se ahogan en recuerdos
y en sillas de inmensa soledad.
¿Amado, cuándo vendrás a mí?
¡Todo huele a vacío sin ti...!
Quiero soplar 
las plumas de tus recuerdos al aire, 
¡Qué se vayan por fin¡
Pero empecinadas regresan otra vez,
y creo verte llegar,
 por nuestras calles de siempre:
siento, que acomodas mis cabellos,
que  me das un beso en la frente.
Siento, tus besos tibios,
tus caricias plenas de ternura
que se van deslizando entre  violines de nostalgia
y cánticos de ángeles,
en un ambiente de ensoñación celestial.

Pero, te quiero tocar.
¡Y desapareces!
Me doy cuenta, entonces, ¡Oh cruel realidad!
Que lo mío,
era solo un triste desvarío,
una alucinación.
Esos fantasmas de tus recuerdos
que no se cansan de  azotarme, cada noche,
 ¡Sin piedad!

Me cuesta aceptarlo,
¡Te fuiste amado!
Y ya no volverás.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados/ copyright ©

Mi Pobre vagabundo




Siempre te veía
pedir limosna,
con tu cara clásica de dolor y hambre,
en la puerta de la iglesia de San Juan.
Recuerdo a mi madre,
entregándote  las monedas de la caridad.

Pero aquella tarde gris,
ya no te vi.
Pregunté por ti 
y me dijeron que habías muerto,
¡Oh, mi amigo, mi pobre vagabundo!

Pasaron los años
ya casi te había olvidado.
Pero ayer te vi.
Y en mis sueños de sombras grises,
estabas igualito a cómo te fuiste,
¡Cuánta nostalgia de  pájaros negros, se apoderó de mí!
Y de mis ojos se derramaron,
sentidas lágrimas de sal.

Te vi,
con tus ojos ansiosos de siempre,
tus ropas raídas y tu barba  crecida.
Con tu interminable  taza de limosnas
y tu desaliñado  perro guardián.
¡Mi pobre mendigo de la calle San Juan!

Hubiese querido no ser niña,
hubiese querido darte yo, muchas monedas,
pero la vida es así.
Solo me conformo con soñarte
y verte entre mis sueños,
descansando,
de tu trajín diario de hambre y soledad.

Aquí en la tierra sufriste mucho.
Allá en el cielo, sonrisas de avellanas te lloverán...

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados/ safe creative/15/04/2018


jueves, 12 de abril de 2018

Mi poema LLUVIA ÁCIDA - (Destacado del mes en Mareas del Alma)



MAREAS OSCURAS 
 se complace en presentar el DESTACADO DEL MES

 
LLUVIA ÁCIDA* por EDITH ELVIRA COLQUI ROJAS 
 Lluvia ácida quema mi piel y mis rosas;
incendia mis vestidos negros de ansiedad.
 Mi alma en luto, sigue sonámbula el derrotero de tus pasos.
 ¡No me conformo con haberte perdido!
 La lluvia ácida de tu ausencia 
destroza mis bosques verdes de esperanza;
siento los pasos fríos del desconcierto.
El ambiente de mi alma se torna negro e inhóspito. 
Puñaladas de llantos me visitan. 
Elegías de muerte, me azotan constantemente...

 Espanta ya estos cuervos malditos de inclemencia.
 ¡Oye mi voz lúgubre de ultratumba! 
 Ya no quiero soportar los garfios fieros de tu ausencia.

 Halcones negros picotean mis ojos sin piedad... 
Estoy ciega de amor ahora.
¡Ven amado, ven! 
Mora conmigo, en el umbral, gato negro, de mi tumba.

 ¡FELICITACIONES, POETISA!





EL PERRO Y EL GATO - (fábula)



Resultado de imagen para DIBUJO GATO Y PERRO

Era un perro que siempre peleaba con el gato de la casa
no se podían ver ni en pintura,
pero resulta que un día el perro que tanto odiaba al gato
le aquejaba una enfermedad grave y el gato al ver que el perro ya no le correteaba con ira como siempre
va al cuarto del perro donde estaba en una cesta tirado y le trae agua y así todos los días lo hacía, para calmar su sed.
A lo que el perro le dijo: ¡Oh amigo gato yo siempre mal te trato y tú me traes agua! y ¿por qué lo haces?
A lo que el gato contestó: 

Amigo perro al enemigo cuando está mal o enfermo hay que darle tregua, además viéndote a ti he entendido, que no somos eternos y quizás algún día sea yo el enfermo.

y cuando el, perro sanó se hicieron muy buenos amigos.



*Moraleja: Hay que estar bien con el enemigo uno no sabe si necesitará de su servicios.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados/copyright ©

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AÚN TE RECUERDO 2

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AÚN TE RECUERDO 2

Aún te recuerdo,
gorrioncillo tierno de mis días.
Aún tus vuelos prenden en mi piel
¡Tan hondos!
Aún siento el rose de tus pétalos en mi piel,
aún siento tu aliento caliente
por mis lienzos.

¡No, no se ha marchado tus sellos varoniles
de mis lozanos nardos!
Aún mi alma gime al sentir tu llegada.
Aún las palomas de tus recuerdos
rondan insistentemente mis cercos.

Aún la pasión por ti ronda, insistentemente en mis tapias.
¡No se diluyen con el tiempo tus perfumes!
Y yo te recuerdo obnubilada y embobada 
cada día más.

Quisiera borrar tus sellos  con las  plumas de la indiferencia o el desamor,
y soplo al aire tu recuerdo,
pero sus alas me persiguen con más insistencia.

¿Sabes por qué te recuerdo hoy más que nunca?
¡Porque aún te amo!
Ya no lo puedo negar.
El sol con un dedo no se puede ocultar.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados-copyright ©

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