Amor,
mantén prendida la llama,
que ayer sembraste en mi cama.
No dejes,
mantén prendida la llama,
que ayer sembraste en mi cama.
No dejes,
que sus labios de fuego fenezcan.
¡No se apague nunca su flama!
Nuestro amor sea eterno,
dure más allá del tiempo
Nuestro amor sea eterno,
dure más allá del tiempo
y de nuestras pieles.
Avivemos
siempre,
los besos, las caricias,
las mariposas de galanuras,
en nuestras llamas apasionadas.
El amor es chimenea,
cuyo fuego
necesita ser atizado.
Avivemos
siempre,
los besos, las caricias,
las mariposas de galanuras,
en nuestras llamas apasionadas.
El amor es chimenea,
cuyo fuego
necesita ser atizado.
Constante.
¡No!, no dejes que se pague,
esa pasión de volcanes que nos atan.
¡Qué
Sus llamas altas,
no se aparten de nuestros humedales.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas -
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