El ratón Miguelito,
es un ratón travieso,
ayer, por querer comer un queso, que habían dejado del desayuno,
y querer acompañarlo con café,
cayó a lo hondo de una taza,
y no podía salir de ella,
pues cuando más lo intentaba,
más al fondo resbalaba,
¡hasta parece que patinaba!
muy contrariado veía la forma de salir de ella:
¡Auxilio, auxilio!
yo solo quería un pedazo de queso y acompañarlo con un poquito de café.
Ahora la tunda que recibiré.
¡Adiós vida, adiós mundo cruel!
Ya vienen los dueños,
y me entregarán a ese gato Silvio.
No sé cómo saldré de esta cárcel de taza,
¡No sé qué pasa!
alguien pone mi taza encima de otra taza,
ay, tal parece que me daré un buen baño,
en el lavadero de esta casa,
y a mí, que no me gusta el agua,
pero prefiero buena bañada,
antes que caer en garras de Silvio,
¡Qué horror, qué martirio ese gato Silvio!
*Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados
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