Mi ciudad,
la misma de siempre con cara diferente.
Tan llena de todo
y a veces tan vacía y callada.
Con gente que deambula de un lado a otro,
Unas trabajando como peones y otras disfrutando en un bar.
Con multitud de letreros luminosos que sonríen a cada paso,
con ómnibus que vienen y van
repartiendo ruido y smog.
Allí habitan
madres que tienden la ropa en las afueras de los departamentos,
hombres serios
y hombres bohemios.
Niños que juegan en pequeños espacios.
Hombres que por la mañana hacen
footing o que corren para liberar el estrés.
Autobuses llenos de gente
pujando por llegar temprano al trabajo
Ambulantes ofreciendo desayunos mañaneros.
Estudiantes apurados por llegar al colegio.
Mi ciudad es doncella con cara tierna, cariñosa,
pero a veces exhala aire brutal
para el pobre, que todo le falta.
Una selva de cemento con escaso verdor.
Un mundo cada hombre
un mundo indescifrado y diferente.
Conviviendo día a día
y tratando de ganarle vida a la vida.
Construyendo sueños
que luego se quedarán en la tierra
porque sus almas algún día volarán
a la eternidad.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú- Derechos reservados
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