Él me engaña,
lo presiento,
pues anoche sentí,
como me besaba tocando otra piel.
¡Anoche sentí que su manto era hiel!
Tengo dudas de tu amor sincero,
pues ya no entregas el alma en cada beso.
Tu llama la siento fría,
Tus sortilegios ya no me eleva a los cielos.
Me engaña
¿Pero por qué sigue conmigo?
¿Seré quizás solo su abrigo
o su juguete de placer?
Tengo serias dudas de tu amor
y así no puedo seguir.
Tomaré una drástica decisión:
de mis puertos te marchas hoy.
No quiero seguir al lado
de un hombre pequeño
que bebe solo mi cuerpo
pero que no ama mis sensitivos rosales.
Que reparte sus ríos en otros caudales.
¡Eso nunca lo aceptaré!
Si él me engaña,
a otro lado con su patraña.
Ya no es amor,
es solo un bicho rastrero, una alimaña.
Ahh que intensos sentimientos Edith, muy buen poema¡
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