FUISTE MI PLENITUD
Fuiste tú, la plenitud de mi
credo,
luminoso e inmortal aedo,
redentor de mis dudas y miedos.
A ti te entregué
la ternura de todos mis
cabellos.
Todas mis ventanas se abrían
por las mañanas para ti,
¡Tú eras el capitán de mi barca
de sueños!
¿Qué gotas de amor
no derramé por ti?
¡todos mis pétalos enamorados
volaron hacia ti!
Yo soy La dama de Shallot
encarcelada en tu castillo de amor
y he venido, para redimirme de tus besos y caricias
mirándome en el espejo de la realidad.
Realidad cruda,
que estalla ante mis ojos,
que me impulsa a liberarme de ti,
vaciar de tu figura mis vasos,
ser nuevamente yo.
Ya no tocaré tus cielos de espejismos,
ya no sentiré las estocadas de tu frialdad.
Ahora solo quedo yo,
sin reclamos, sin rencores,
solo yo, la misma de antes,
liberada de ti.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados