
Mi madre fue el sol de mi vida
¡Porque Dios mío me la arrebataste!
aún necesito su voz de aguas claras,
sus consejos que me alentaban,
nadie en esta tierra como ella me ama.
Ese día sus ojos estaban llorosos
era su último día en esta vida
y su mirada en mi clavaba
"Hija no me abandones, tengo miedo
partir a la morada eterna"
y cuando los dolores en su lecho
arreciaban
yo solo rezaba y rezaba,
muchas lágrimas en mis ojos llovían
y el corazón en pedazos se me partía,
todo el cuerpo me temblaba,
¡Mi madre se estaba muriendo
y yo pobre ser ,sin poder hacer nada!
Dieron las doce de la noche,
era la hora indicada,
mi madre me dio un beso en la frente y
dio el último signo de vida,
el estertor sonaba en su pecho,
y yo en esta vida ingrata sola me
quedaba
Dios mío ¿Cómo calmaré estos dolores de
soledad desierta?
¿A quién acudiré ahora, en mis momentos
aciagos?
¡Quién me dará valor para la lucha!
¡Quién me cobijará con la ternura de mi
madre!
Sola, sola en este mundo me he quedado
varada como piedra muerta.
¡Dios mío, ten piedad de mis lágrimas,
devuélveme a mi madre yerta!
devuélveme a mi madre yerta!
Autora Edith Elvira Colqui
Rojas-Perú-Derechos Reservados
Poema basado en hechos reales.
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