Siento
la paz del alma
que
se desborda en ríos de alegría.
Levanta
su voz,
el cielo,
el
canto de las aves ,
todo
el universo en perfecta armonía.
Emprendo
el vuelo del asombro
planeo
como un águila por el universo,
aquí
arriba se ve el mundo pequeño y sin complicaciones
veo
a los hombre en su cotidiano desvelo,
niños
jugando con sonrisas de cielo;
aves
en presuroso vuelo.
En
alma pacificada,
los
violines de la alegría hacen su nido
florecen
los escalones del sosiego y del asombro;
hay
serena quietud del agua en sus caudales,
luminosos
rayos de sol,
mariposas
de ilusión que jubilosas vuelan.
Alma
que extasiada en tu júbilo vuelas,
admira
tu mundo con tus ojos de sol,
percibe
lo bueno que la tierra regala,
cree
en las huellas de un mundo mejor;
un
mundo anclado en cielos de armonía
y
luz de fraternidad.
Alma
no ceses tu vuelo ilusionado,
siembra
esperanza, planta amor en esta tierra pequeña.
Entona
tus violines de cántico motivador
para
que el mundo agonizante
nunca
pierda su flor.
Autora:
Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados
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