HOMBRE ATERRADO
Aterrado en el inframundo de mis dudas y miedos,
no encuentro la salida en estos muros ciegos.
Me ronda la soledad de pájaros negros,
¡Quisiera que en el acto me parta un rayo y que se queme el tiempo muerto!
No encuentro la salida
en la encrucijada de mi vida
y de espaldas a la señora cordura
conjeturo mil ideas de suicidio insolente.
¡El miedo paralizante
socava mis ilusiones!
Agacho la cabeza,
en señal de impotencia,
y bebo a sorbos llenos, las lágrimas plomas de mi tormentosa suerte.
La noche traicionera me ha tomado por asalto,
esta noche maldita, que crece y crece en mi alma
y solivianta mi tristeza de bronce negro.
¡Fuera penas, que mis sueños con tus cuchillos matas!
¡Fuera dudas, que mi cerebro atormentan!
¡Fuera perros hambrientos de mi carne derrotada!
Detrás de esos muros,
están los que disfrutan con mi derrota,
¡Lo juro, no seré su presa de carroña!
Romperé los claustros de mi lóbrega noche,
alzaré la vista hacia la luz iluminada:
¡Dios está de mi parte!
Con él,
los muros serán posibilidades y nuevo renacer;
¡Jamás limitaciones que temer!
Los rayos paralizantes se habrán ido
y seré libre de esta cárcel sombreada en pena.
Sí, me levantaré erguido con la cabeza en alto;
rompiendo victorioso mis demonios asfixiantes del pasado.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-derechos Reservados
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