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Busco peces con plumas doradas comprometidas, peces con zapatos de tierra... Este poema lo podéis seguir leyendo en las plataformas que siem...

lunes, 2 de septiembre de 2019

YA NO SOY TU AMOR

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YA NO SOY TU AMOR

¿Qué fue de esa flor que era tu sustento?
¡Qué fue de la luna que ofrendabas cada noche 
en mi portal!
Ya no soy el hada de tu cuento,
ya murieron las margaritas ansiosas de la ilusión, 
ya no me ves, como tu diosa, tu reina, tu mejor canción.

Ahora solo soy un muñeco de costumbre,
una losa a la que todos los días miras sin admiración.
Para ti el amor es solo un juego,
para ti el amor es un velero,
que se mueve con cualquier viento,
un rubí brillante que solo sirve para satisfacer el momento,
pero luego enterrado en el pantano del olvido lo dejas tirado.
¡Vete, hombre veleidoso!
Yo no quiero las telas descoloridas de tu querer.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados


TU SOMBRA EN MI ESPEJO


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TU SOMBRA EN MI ESPEJO

Ayer me miré en el espejo,
me mire largamente,
pero no estaba mi imagen como la dejé ayer,
detrás le rodeaban unas sombras oscuras malsanas,
¡Eran las sombras macabras  de un mal amor!
Un amor de antaño que mi ilusión marchito
y termino envejeciendo mi flor.

Ya no soy la inocente azucena
que cree en las palabras dulces de amor,
ya mi juventud amándote se deshojó.
Ahora soy sombra de luto y llanto
que se refleja en mi espejo.
Solo una sombra sin alma
que vaga por la vida sin ilusión.
¡Gracias mal amor!
Mi vida, mi mundo,
mataste con la decepción.

Autora Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados

¡Qué haces mirando el cielo!


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¡Qué haces mirando el cielo!
¡Qué haces mirando el cielo,
del cielo no caen los paltos, ni los cerezos!

Sigue en tu banco de piedra,
esperando que tu florecer llegue,
espera de brazos cruzados
a ver si llega el éxito con sus halos de ángel mágico,
y sus plumas de seda blanquecina.

Los sueños no son humo,
que llega cuando quieres
y que se alcanzas sin mover un dedo.

Los sueños se alcanzan
bregando duro por ellos,
surcando mares y cielos,
venciendo límites y miedos.

No esperes que en tu banco inactivo,
llegue el éxito con sus campanas tintineantes volando.
Lucha,  trabaja, brega;
sino, tus ilusiones se anegan.


Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados

TÚ ENCIENDES MI LLAMA (Romance con la figura Diología)


La imagen puede contener: 1 persona, de pie y texto













Al verte enciendes mi llama,  
mi galante caballero; 
eres lluvia en mis jardines, 
llenas de vida mis sueños;
necesito tu matiz: 
de tus besos el secreto,
de tus ojos su vergel, 
y la magia de tus vientos.
Llenas con tu sol mis tardes, 
en tu alma yo habito y juego
¡Eres mi vida y razón! 
¡Inmortal verbo sin tiempo!
En tus masiones disfruto, 
mojo el corazón en besos,
vuelo liberada eterna,  
me vuelvo dura, de acero;
nívea fuente esplendente,
¡Atada a ti estoy, mi verso!
Me regocijo en tus valles;
yo soy, de tu alma, el reflejo.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados

Diología:Versos 1,11.
rimas impares libres:aa,ie,i,e,ae,o,uo,ea,e, ae
rimas pares: ero,eños,eto,entos,ego,empo,esos,ero,erso,ejo





TEMA: libre
FORMA. Romance, de 18 o 20 versos
- Rimas alternas asonantes, rimando en los versos pares.
- Ninguna consonancia ente las rimas en todo el poema.
- Ninguna asonancia en impares a menos de 5 versos.
- No rimar singular con plural a menos de 10 versos; es decir, lana con canas no vale cerca.
FIGURA: Diología.
Doble sentido. Misma palabra con dos sentidos diferentes.
Puede hacerse con dos palabras o solo con una si vale de dos maneras en este texto.
En esta ocasión, se permite que sean acepciones de la misma palabra.
Ejemplo con dos palabras:
-¡Maestro!...¡Ah hijo mío, en amor, como las que enseñan son las mujeres, cuanto más te enseñan, más suspenso te dejan!…
Ejemplo con una sola palabra:
Está donde la corte mora (habita o musulmana)



Dilogía (término de origen griego procedente de δις, dos y λογος, palabra) también conocida como diáfora, antanaclasis o sinaspsis.
Figura literaria de dicción que consiste en utilizar una palabra con dos sentidos o acepciones diferentes dentro de un mismo enunciado. La dilogía se funde con la polisemia y la homonimia de ciertas palabras y constituye un recurso estilístico fundamental del lenguaje literario.
Ejemplo:

Algún día los hierros
Diología o doble sentido
Ejemplos de Dilogía:
Donde el engaño con la Corte mora
Góngora
"Mora" tiene dos acepciones: habitar (la literal) y musulmán (la oculta)
-He reñido a un hostelero.
-¿Por qué? ¿dónde? ¿cuándo? ¿cómo?.
-Porque donde cuando como sirven mal, me desespero.
Iriarte
-¡Maestro!...¡Ah hijo mío, en amor, como las que enseñan son las mujeres, cuanto más te enseñan, más suspenso te dejan!…
Pepsi Cola en latas; esta lata trae mucha cola.

(La palabra cola tiene dos sentidos: 1º hace referencia a la bebida; 2º la expresión traer cola significa 'causar impacto', 'dar que ha­blar', porque se supone que las latas de esta bebida van a causar sensación.)
Con las impresoras HachePé, tendrás una magnífica impresión.

(La palabra impresión es una dilogía ya que se refiere a la impresión como sentimiento, e impresión como resultado de imprimir un documento).

Fuente: https://www.retoricas.com/2011/01/ejemplos-de-dilogia.html




MUJER DE UN PESCADOR-Narrativa





MUJER DE UN PESCADOR-Narrativa

Siempre me consideré una mujer con alma de gaviota.
Mis manos siempre trabajaban en la tierra, pero mi corazón volaba muy alto desde niña.
Allá en el puerto artesanal de Paita en Perú, donde mi padre era pescador, yo aprendí a oír el lenguaje del mar que con sus olas gigantes levantadas como leones, me susurraban que debía usar toda mi energía y coraje para lograr mis metas.
Esto me lo enseñó mi padre, cuando todos los días a las tres de la mañana, en pleno invierno y con un frío intenso, se internaba en el mar con su endeble embarcación para sacar los peces para alimentarnos. 
Era un hombre valeroso y arriesgado, yo le decía: ¿padre no tienes miedo? y él con  profunda calma me decía: "la vida está hecha para los hombres que luchan" y eso se quedó grabado en mi mente por siempre.
Ahora que vengo con mi cesto al mar, ahora que soy esposa de un pescador, siento un respeto al mar y ruego no se lleve en sus brazos, lo que más quiero, mi esposo, luz de mi vida.

Yo vengo a diario con mi cesta a esperarlo pues viene con sus amigos en su lancha, trayendo la pesca del día. 
Son largas horas de agonía, mi espera, pero me aferro a que volverá.
Las blancas gaviotas siempre acompañan con sus graznidos, mi angustiosa espera.

Y cuando al fin llega con su cara sonriente, respiro tranquila. Desembarca  muchos peces frescos en la orilla y yo voy con mi cesta y recibo la porción que nos toca, una parte vendo en el mercado y la otra reservo para nuestro almuerzo. 
Ser mujer de un pescador es  muy difícil, pues conlleva peligro de muerte para mi esposo.
Por ello siempre lo encomiendo a la Virgen del Carmen,  intercesora de los pescadores y también rezo al "Divino" para que aquiete la furia de las olas del mar.
El mar es nuestro amigo proveedor, pero también nuestro peor enemigo.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados

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versión un poco más larga:

Siempre me consideré una mujer con alma de gaviota.
Mis manos siempre trabajaban en la tierra, pero mi corazón volaba muy alto desde niña.
Allá en el puerto artesanal de Paita en Perú, donde mi padre era pescador, yo aprendí a oír el lenguaje del mar que con sus olas saladas y su inmensidad de cielo me decía que yo era un ser muy pequeño, que tenía que dominar mis impulsos, que no lo podía todo.
Las gaviotas me enseñaron que  el hombre es libre que no debe dejar que nada aniquile sus sueños y esas olas gigantes levantadas como leones, me susurraban que debía usar toda mi energía y coraje para lograr mis metas.
Eso, me lo enseñó mi padre, cuando todos los días a las tres de la mañana, en pleno invierno y con un frío intenso, se internaba en el mar con su endeble embarcación para sacar los peces para alimentarnos. 
Era un hombre valeroso y arriesgado, yo le decía: ¿padre no tienes miedo? y él con  profunda calma me decía: "la vida está hecha para los hombres que luchan" y eso se quedó grabado en mi mente por siempre.
Ahora que vengo con mi cesto al mar, ahora que soy esposa de un pescador, siento un respeto al mar y ruego no se lleve en sus brazos, lo que más quiero.
Le digo: mar que nos sustentas, no te lleves a mi amado que es mi luz, pedazo de mi vida.
Yo vengo a diario con mi cesta a esperar a mi esposo que viene con sus amigos en su lancha trayendo la pesca del día. Son largas horas de agonía de mi espera, pero sé que volverá.
Y al fin llega con su cara sonriente, desembarca con muchos peces frescos en la orilla y yo voy con mi cesta y recibo la porción que nos toca, una parte vendo en el mercado y la otra reservo para el almuerzo. 
Ser mujer de un pescador es  muy difícil, pues  conllevaba peligro de muerte para mi esposo. Pero yo lo encomiendo a la Virgen del Carmen, intercesora de los pescadores,
 y también rezo al "Divino" para que aquiete la furia de las olas del mar.
El mar es nuestro amigo proveedor, pero también nuestro peor enemigo.


Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados



AZUCENA, FLOR OLVIDADA






AZUCENA, FLOR OLVIDADA

Anclada a la orilla del mar
como una estatua inerte, sin voz,
flor abandonada azucena, has quedado:
descalza y desnuda de amor te han dejado.

La olas encrespadas saladas, saben que tu corazón está partido, gaviota solitaria,
saben, que tu marinero zafiro reluciente, al atlántico lejano ha fugado,
y que a tu corazón se le ha secado el aliento y le cubre la marea del dolor.

¡Oh, dama ilusa prisionera del tiempo del amor!
Saca tu pañuelo de oloroso nardo y haz luto de llanto por ese mal amor.
Deshoja margaritas
y arroja los pétalos amargos de la decepción, al mar azul cristalizado.

Se elevan las velas,
se aleja el barco,
se alejan de tu alma las esperanzas ciegas.

Roto en un mástil clavado, desangrado, quedó tu corazón,
te carcomen las dagas de la impotencia sombría,
¡Cuando el amor decide irse, no hay viento ni vendaval que lo haga regresar!
¡Mira en que te has convertido, mujer, esbelta, estrella!
De tanto esperar veranos que no llegan;
de tanto llorar en almejas mojadas,
te has convertido en lánguida estatua de sal.

Toma la pócima  del olvido, ¡bébela pronto! 
que tu juventud se consume esperando a un fantasma de amor.
Regresa, vuelve, a tu hogar paloma, abrígate con ilusiones nuevas,
vístete de nuevos corales y de esperanzas gaviotas luminosas.
El tiempo te hará olvidar, sus besos de mar y sus caracolas de caricias,
¡Súbete a los buques de un nuevo amor!
Quizás te extienda sus redes de sinceridad.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados.


domingo, 1 de septiembre de 2019

SEPTIEMBRE NOS INVITA A AMAR para el evento de mi grupo de poesía: Septiembre mes de amor y primavera




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SEPTIEMBRE NOS INVITA A AMAR

Septiembre con sus bellas flores multicolores nos invita a amar,
miles de pájaros coloridos quieren en el corazón anidar,
la esencia del amor se huele por todas partes,
y el sol brilla luego de las lluvias del gélido invierno.

Recuerdo tu amor de primavera
y en un árbol de olivo me declaraste tu amor,
las amapolas rojas se encendían en  gotas del verbo amar,
nuestros cuerpos anhelantes se querían juntar.

Septiembre en el hemisferio sur
llega en sus vestidos festivos
sediento de flores del querer;
en sus amables alondras dice que me quieres amar.

Nuestro septiembre
fue un paraíso de amor:
tus ojos cervatillos posados eternamente en mí,
mis manzanas de besos
acariciando tus mejillas por doquier.


Sigamos las melodiosas notas de septiembre
y arriesguémonos a amar en libertad;
hagamos resplandecer la primavera en nuestro idilio
que reverdezcan los campos con los girasoles de nuestro querer.

Autora Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados