APRENDO

Aprendo de la noche y su doctrina,

aprendo de la silla vacía.

Aprendo del sol que se acuesta temprano,

de la flor que silenciosa cumple su misión.

Aprendo de la hormiga a ser diligente,

de la leona a defender sus crias,

de las mariposas a estar siempre contenta.

Aprendo de un iracundo

a ser paciente,

de un necio a callar

y no tener la razón siempre.

Aprendo a no tener en cuenta

calumnias,ni envidias

y seguir decidida

mi camino a la gloria.

Aprendo del católico y el musulmán,

de las diversas ideologías

aprendo a tener espiritualidad

y sabiduría de Zen.

Ningun cabello de la cabeza cae,

sin dejar lección.

Aprendo de los aprietos a ser sagaz,

aprendo del hombre común y del ilustrado,

de un discurso brillante y de uno sencillo;

del necio y del inteligente.

Porque escuchando

y aprendiendo siempre,

subo la escalera de los sabios.

Y no aprendo nada

si no me dejo corregir,

si soy una necia

de mente cuadrada.

Edith Elvira Colqui Rojas Perú prohibido copiar pedazos de la obra

VIDA DE CARNAVAL

Haz de tu vida un carnaval de alegría
y no una fuente de lamentos,
baila al ritmo del positivismo
y deja atrás los negativismos.

Hay un sol de esperanza cada día
y una oportunidad de rectificar el error,
todo se puede
si se hace con empeño y amor.

No hay que vivir llorando,
hay que levantarnos del polvo y seguir cantando.
Mira las aves,
en el cielo con entusiasmo están volando.

La vida es una fiesta de color,
solo hace falta que la mires con gafas de fe.
¡Vamos, no tomes todo tan en serio!
Y tómate una deliciosa taza de té.

Baila con el carnaval de la vida,
y aunque la suerte no te sonría,
demuéstrale
que no te come la melancolía,
que tienes acero en el alma
y que no te derrotan las malas rachas.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas - Perú

Amo tus ojos, mi niña (Jotabé decasílabo)

Amo tus ojos, mi niña (Jotabé decasílabo)

 

Amo tus ojos bellas doncellas,

cielo de alucinantes estrellas.

 

Ostentas sus mantos de dulzuras,

y luz de inocencia sus figuras,

huellas de dicha sus comisuras;

azucenas de bellas blancuras.

 

Amo tus ojos mi niña hermosa,

tienen la belleza de la rosa.

 

No tienen manchas tampoco mellas

opaca todas las penas duras;

miel de ternura en ella reposa.

 

Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados

Las serpientes

Girasol feliz

Girasol feliz

 

Feliz el girasol

que extiende su lazo de amor

a la creación,

felices sus pétalos

que siempre se orientan

hacía el sol.

 

Felices sus sueños

que son siempre amarillos,

sin inviernos fríos.

Felices sus pétalos valientes, erguidos,

frente a cualquier situación.

 

Es un señor

con atuendo elegante

y amplios paraguas de fe.

 

¡Cuánto admiro al girasol!

Siempre contento

cumple su misión con amor.

 

Siembra

un girasol lozano

en tu corazón

y cambiará tu vida

de color.

 

Autora Edith Elvira Colqui Rojas_ Perú _Derechos reservados

Bendita poesía

Bendita poesía

 

Al compás de la pluma,

el poeta

hace bailar los versos,

con capas, lentejuelas

y vestidos de rosas nuevas.

 

¡Bendita poesía,

qué renuevas tus cabellos cada día!

¡Benditos los poetas

que encienden tu lámpara viva!

 

Benditos los que leen poesía

porque hacen que no muera la ilusión y la fantasía.

 

Baila eternamente poesía,

llévame por tus campos blancos

y tus verdes praderas,

átame a tu cintura creativa;

sin tus melodías

ya no puedo vivir tranquila.

 

Camina por mis calles,

por mi dormitorio,

por mi oficina,

revuelve los papeles de mi monotonía.

 

¡Bendita, reina poesía!

En tus enjoyados palacios

quiero habitar todos los días,

saborear tus frutos dulces y amargos,

sentir que tu mirada habita en mi mirada,

que tu sangre bombea ardiente en mi sangre,

¡Oh, amada poesía!

 

Autora Edith Elvira Colqui Rojas Perú Derechos reservados Prohibido copiar frases del poema

Reina de los niños (dedicado a Yola Polastri)

Se fue la reina de los niños,
la que los llenaba de risas y aliños.

Deja una estela de enseñanza,
brindando a los hogares amor y esperanza.

La chica de la tele
deja los terrenos escenarios,
en el cielo sus premios son varios.

Su show alegraba a chicos y grandes,
disipaba las sombras de las penas y los males.

Fue una paloma célibe
entregada a su trabajo,
en su disciplina, no había relajo.

Su huella jamás será olvidada,
pues fue para los niños
su más buena hada.

Descansa en paz,
paloma magnánima,
siempre brillará en el recuerdo
tu bella y dulce aura.

                                                         Edith Elvira Colqui Rojas Perú©