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Busco peces con plumas doradas comprometidas, peces con zapatos de tierra... Este poema lo podéis seguir leyendo en las plataformas que siem...

lunes, 18 de noviembre de 2024

Te doy gracias, Señor




Te doy gracias, Señor
Te doy gracias, Señor,
porque siempre me das
el pan tierno de la misericordia,
y nunca el hierro frío del castigo
que tantas veces merecen mis pasos.
Te doy gracias
por las horas de vida
que me regalas como gotas de rocío,
por los momentos de sombras
donde aprendo el valor de la luz,
y por las luces bellas
que acarician mi camino.
Gracias por los días de desánimo,
cuando mis fuerzas parecen desvanecerse,
y por los tiempos de ánimo florecido,
cuando mi espíritu brota con esperanza.
Siempre estás pendiente de mí,
aunque llore, me asuste, dude o esté triste.
Tu amor, suave como el canto de un pájaro,
nunca me abandona;
es alimento que calma mi alma,
un refugio en los días grises.
Te agradezco, Señor,
por tu protección diaria,
por no dejar que la flor de la esperanza
se apague en mí susurrando sus pétalos.
Tú la mantienes viva,
fuerte, brillante y pura.
Gracias por permitirme
ver el rostro de mis seres queridos,
escuchar su risa que llena el silencio,
sentir su calor en cada abrazo.
Gracias por darme manos y sentidos
para servirles con amor,
para ser luz en sus días como tú lo eres en los míos.
En cada paso que doy,
en cada aliento que respiro,
mi corazón murmura una oración:
gracias, Señor, por estar siempre conmigo.

Autora Edith Elvira Colqui Rojas -Perú

viernes, 8 de noviembre de 2024

Primer lugar en el concurso de poesía con el tema HECHIZOS DE AMOR


Mi hechicero de amor

¿Qué conjuros profanos usaste
para robar todas las telas de mi corazón,
mi dulce brujo, hechicero?

¡Qué pócima perfecta
me posó, cual mariposa sumisa,
en tus encantos de claveles fragantes!

Indefensa y desarmada
me has dejado.
Sucumbo a los oropeles de tus galas,
sigo, ciega, las líneas de tu nado.

Con el conjuro de tus flores nuevas
has conquistado mis escaleras,
¡Atractivo galán celestial!

El aroma de tu voz me enloquece,
la partitura de tus manos me sofoca,
¡La miel de tus labios me electriza!

¡Aplausos, mago diestro!
Ha triunfado tu elixir de amoroso,
has prendado a tu bella flor.

Hechizaste mis calles, mis patios,
mis jardines;
derrumbaste con tus encantos mis fortines,
¡Me has hechizado por completo, maestro del amor!

¿Con qué pócima misteriosa me has embrujado?
Siempre tienes mi voluntad comiendo de tu mano.

En tu gata faldera me has convertido;
ya no como ni duermo sin tus guiños.

Son culpables esos besos brujos y magnéticos,
esas caricias de cielos y estrellas fascinantes,
esas sonrisas doradas, cautivantes,
esas palabras-caramelo
envueltas en sublimes rosas,
¡Oh, mi seductor, vate de liras deliciosas!

Rendida a tu escapulario,
sigo tus pasos a diario.
Soy esclava feliz de tu encantamiento,
¡Amarte con el alma es mi dulce alimento!

Muero de amor por ti,
mi mago de luz fulgurante,
mi caballero andante,
¡Mi dulce tormento!

¿Serás ese amor eterno que busco
o solo un capricho arrollador?
Sea lo que sea, no quiero despertar;
¡Quiero perderme eternamente
en las alas mágicas
de tu embrujo encantador!


TEMA AUDIOVISUAL DE OCTUBRE DE 2024 SEN1bar

Edith Elvira Colqui Rojas©

La vida no es una payasada (Jotabé decasílabo)







La vida no es una payasada,

tampoco una hazaña terminada.

 

La vida es combate, sacrificio,

es un largo y gigante edificio,

no es un desorden y desperdicio,

ni un pozo ni loco precipicio.

 

A veces reclama una sonrisa,

¡Y no caminar con tanta prisa!

 

Pues en el azul de su mirada

desempeñas tu arte u oficio;

¡Camina con balanza precisa!

 

 

Edith Elvira Colqui Rojas-Perú