Sembremos paciencia
Necesitamos paciencia con el enfermo,
necesitamos reflejarnos en su
penas y angustias
alcanzarle un vaso de agua,
curarle sus heridas,
acompañarle n sus momentos de
soledad.
La caridad hecha con el
prójimo
no queda sin recompensa de
paz y alegría inmensa.
Paciencia con los achaques
del anciano,
paciencia con el Alzheimer
del padre,
paciencia con los hijos
rebeldes,
paciencia con el que piensa
distinto.
Llueva la paciencia sobre la
tierra,
moje los corazones egoístas,
los corazones que solo
piensan en sí mismos.
Un día doy la vida por ti
otro día la darás tú por mí.
A todos llega la vejez y la
enfermedad
¡A todos tener paciencia
recuerda!
y si no la tienes pídela al
buen Dios
que a todos la da con creces
en sus puertas.
Autora: Edith Elvira Colqui
Rojas- Perú-derechos Reservados
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