© SOY UN PEZ SOÑADOR

SOY UN PEZ SOÑADOR

Busco peces con plumas doradas comprometidas, peces con zapatos de tierra... Este poema lo podéis seguir leyendo en las plataformas que siem...

lunes, 2 de septiembre de 2019

TÚ ENCIENDES MI LLAMA (Romance con la figura Diología)


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Al verte enciendes mi llama,  
mi galante caballero; 
eres lluvia en mis jardines, 
llenas de vida mis sueños;
necesito tu matiz: 
de tus besos el secreto,
de tus ojos su vergel, 
y la magia de tus vientos.
Llenas con tu sol mis tardes, 
en tu alma yo habito y juego
¡Eres mi vida y razón! 
¡Inmortal verbo sin tiempo!
En tus masiones disfruto, 
mojo el corazón en besos,
vuelo liberada eterna,  
me vuelvo dura, de acero;
nívea fuente esplendente,
¡Atada a ti estoy, mi verso!
Me regocijo en tus valles;
yo soy, de tu alma, el reflejo.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados

Diología:Versos 1,11.
rimas impares libres:aa,ie,i,e,ae,o,uo,ea,e, ae
rimas pares: ero,eños,eto,entos,ego,empo,esos,ero,erso,ejo





TEMA: libre
FORMA. Romance, de 18 o 20 versos
- Rimas alternas asonantes, rimando en los versos pares.
- Ninguna consonancia ente las rimas en todo el poema.
- Ninguna asonancia en impares a menos de 5 versos.
- No rimar singular con plural a menos de 10 versos; es decir, lana con canas no vale cerca.
FIGURA: Diología.
Doble sentido. Misma palabra con dos sentidos diferentes.
Puede hacerse con dos palabras o solo con una si vale de dos maneras en este texto.
En esta ocasión, se permite que sean acepciones de la misma palabra.
Ejemplo con dos palabras:
-¡Maestro!...¡Ah hijo mío, en amor, como las que enseñan son las mujeres, cuanto más te enseñan, más suspenso te dejan!…
Ejemplo con una sola palabra:
Está donde la corte mora (habita o musulmana)



Dilogía (término de origen griego procedente de δις, dos y λογος, palabra) también conocida como diáfora, antanaclasis o sinaspsis.
Figura literaria de dicción que consiste en utilizar una palabra con dos sentidos o acepciones diferentes dentro de un mismo enunciado. La dilogía se funde con la polisemia y la homonimia de ciertas palabras y constituye un recurso estilístico fundamental del lenguaje literario.
Ejemplo:

Algún día los hierros
Diología o doble sentido
Ejemplos de Dilogía:
Donde el engaño con la Corte mora
Góngora
"Mora" tiene dos acepciones: habitar (la literal) y musulmán (la oculta)
-He reñido a un hostelero.
-¿Por qué? ¿dónde? ¿cuándo? ¿cómo?.
-Porque donde cuando como sirven mal, me desespero.
Iriarte
-¡Maestro!...¡Ah hijo mío, en amor, como las que enseñan son las mujeres, cuanto más te enseñan, más suspenso te dejan!…
Pepsi Cola en latas; esta lata trae mucha cola.

(La palabra cola tiene dos sentidos: 1º hace referencia a la bebida; 2º la expresión traer cola significa 'causar impacto', 'dar que ha­blar', porque se supone que las latas de esta bebida van a causar sensación.)
Con las impresoras HachePé, tendrás una magnífica impresión.

(La palabra impresión es una dilogía ya que se refiere a la impresión como sentimiento, e impresión como resultado de imprimir un documento).

Fuente: https://www.retoricas.com/2011/01/ejemplos-de-dilogia.html




MUJER DE UN PESCADOR-Narrativa





MUJER DE UN PESCADOR-Narrativa

Siempre me consideré una mujer con alma de gaviota.
Mis manos siempre trabajaban en la tierra, pero mi corazón volaba muy alto desde niña.
Allá en el puerto artesanal de Paita en Perú, donde mi padre era pescador, yo aprendí a oír el lenguaje del mar que con sus olas gigantes levantadas como leones, me susurraban que debía usar toda mi energía y coraje para lograr mis metas.
Esto me lo enseñó mi padre, cuando todos los días a las tres de la mañana, en pleno invierno y con un frío intenso, se internaba en el mar con su endeble embarcación para sacar los peces para alimentarnos. 
Era un hombre valeroso y arriesgado, yo le decía: ¿padre no tienes miedo? y él con  profunda calma me decía: "la vida está hecha para los hombres que luchan" y eso se quedó grabado en mi mente por siempre.
Ahora que vengo con mi cesto al mar, ahora que soy esposa de un pescador, siento un respeto al mar y ruego no se lleve en sus brazos, lo que más quiero, mi esposo, luz de mi vida.

Yo vengo a diario con mi cesta a esperarlo pues viene con sus amigos en su lancha, trayendo la pesca del día. 
Son largas horas de agonía, mi espera, pero me aferro a que volverá.
Las blancas gaviotas siempre acompañan con sus graznidos, mi angustiosa espera.

Y cuando al fin llega con su cara sonriente, respiro tranquila. Desembarca  muchos peces frescos en la orilla y yo voy con mi cesta y recibo la porción que nos toca, una parte vendo en el mercado y la otra reservo para nuestro almuerzo. 
Ser mujer de un pescador es  muy difícil, pues conlleva peligro de muerte para mi esposo.
Por ello siempre lo encomiendo a la Virgen del Carmen,  intercesora de los pescadores y también rezo al "Divino" para que aquiete la furia de las olas del mar.
El mar es nuestro amigo proveedor, pero también nuestro peor enemigo.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados

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versión un poco más larga:

Siempre me consideré una mujer con alma de gaviota.
Mis manos siempre trabajaban en la tierra, pero mi corazón volaba muy alto desde niña.
Allá en el puerto artesanal de Paita en Perú, donde mi padre era pescador, yo aprendí a oír el lenguaje del mar que con sus olas saladas y su inmensidad de cielo me decía que yo era un ser muy pequeño, que tenía que dominar mis impulsos, que no lo podía todo.
Las gaviotas me enseñaron que  el hombre es libre que no debe dejar que nada aniquile sus sueños y esas olas gigantes levantadas como leones, me susurraban que debía usar toda mi energía y coraje para lograr mis metas.
Eso, me lo enseñó mi padre, cuando todos los días a las tres de la mañana, en pleno invierno y con un frío intenso, se internaba en el mar con su endeble embarcación para sacar los peces para alimentarnos. 
Era un hombre valeroso y arriesgado, yo le decía: ¿padre no tienes miedo? y él con  profunda calma me decía: "la vida está hecha para los hombres que luchan" y eso se quedó grabado en mi mente por siempre.
Ahora que vengo con mi cesto al mar, ahora que soy esposa de un pescador, siento un respeto al mar y ruego no se lleve en sus brazos, lo que más quiero.
Le digo: mar que nos sustentas, no te lleves a mi amado que es mi luz, pedazo de mi vida.
Yo vengo a diario con mi cesta a esperar a mi esposo que viene con sus amigos en su lancha trayendo la pesca del día. Son largas horas de agonía de mi espera, pero sé que volverá.
Y al fin llega con su cara sonriente, desembarca con muchos peces frescos en la orilla y yo voy con mi cesta y recibo la porción que nos toca, una parte vendo en el mercado y la otra reservo para el almuerzo. 
Ser mujer de un pescador es  muy difícil, pues  conllevaba peligro de muerte para mi esposo. Pero yo lo encomiendo a la Virgen del Carmen, intercesora de los pescadores,
 y también rezo al "Divino" para que aquiete la furia de las olas del mar.
El mar es nuestro amigo proveedor, pero también nuestro peor enemigo.


Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados



AZUCENA, FLOR OLVIDADA






AZUCENA, FLOR OLVIDADA

Anclada a la orilla del mar
como una estatua inerte, sin voz,
flor abandonada azucena, has quedado:
descalza y desnuda de amor te han dejado.

La olas encrespadas saladas, saben que tu corazón está partido, gaviota solitaria,
saben, que tu marinero zafiro reluciente, al atlántico lejano ha fugado,
y que a tu corazón se le ha secado el aliento y le cubre la marea del dolor.

¡Oh, dama ilusa prisionera del tiempo del amor!
Saca tu pañuelo de oloroso nardo y haz luto de llanto por ese mal amor.
Deshoja margaritas
y arroja los pétalos amargos de la decepción, al mar azul cristalizado.

Se elevan las velas,
se aleja el barco,
se alejan de tu alma las esperanzas ciegas.

Roto en un mástil clavado, desangrado, quedó tu corazón,
te carcomen las dagas de la impotencia sombría,
¡Cuando el amor decide irse, no hay viento ni vendaval que lo haga regresar!
¡Mira en que te has convertido, mujer, esbelta, estrella!
De tanto esperar veranos que no llegan;
de tanto llorar en almejas mojadas,
te has convertido en lánguida estatua de sal.

Toma la pócima  del olvido, ¡bébela pronto! 
que tu juventud se consume esperando a un fantasma de amor.
Regresa, vuelve, a tu hogar paloma, abrígate con ilusiones nuevas,
vístete de nuevos corales y de esperanzas gaviotas luminosas.
El tiempo te hará olvidar, sus besos de mar y sus caracolas de caricias,
¡Súbete a los buques de un nuevo amor!
Quizás te extienda sus redes de sinceridad.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados.


domingo, 1 de septiembre de 2019

SEPTIEMBRE NOS INVITA A AMAR para el evento de mi grupo de poesía: Septiembre mes de amor y primavera




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SEPTIEMBRE NOS INVITA A AMAR

Septiembre con sus bellas flores multicolores nos invita a amar,
miles de pájaros coloridos quieren en el corazón anidar,
la esencia del amor se huele por todas partes,
y el sol brilla luego de las lluvias del gélido invierno.

Recuerdo tu amor de primavera
y en un árbol de olivo me declaraste tu amor,
las amapolas rojas se encendían en  gotas del verbo amar,
nuestros cuerpos anhelantes se querían juntar.

Septiembre en el hemisferio sur
llega en sus vestidos festivos
sediento de flores del querer;
en sus amables alondras dice que me quieres amar.

Nuestro septiembre
fue un paraíso de amor:
tus ojos cervatillos posados eternamente en mí,
mis manzanas de besos
acariciando tus mejillas por doquier.


Sigamos las melodiosas notas de septiembre
y arriesguémonos a amar en libertad;
hagamos resplandecer la primavera en nuestro idilio
que reverdezcan los campos con los girasoles de nuestro querer.

Autora Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados









Pescadora alada, ambarina, de corazón de cal blanca, ¿Qué buscas en tus cálidas cestas al alborear la mañana? Tus manos azucenas olorosas, tocan las redes mojadas y el mar se siente celoso porque ansía también tocar tu sedosa piel de duraznos suaves. ¡Mira tus cestos! ¡Exuda peces, conchas y yuyos deliciosos! Tu amado pescador héroe mágico, te ha dejado las cestas de su amoroso trabajo, para qué disfrutes del jolgorio de la pesca abundante y generosa que el mar bravío magnánimo, ha donado a sus hijos los hombres, ¡Por que los ama! ¡Canta pescadora, canta! Canta a la buena pesca, a la vida sencilla en el mar, a tu amado pescador que se ha derramado en flores de ternura y te ha regalado la cesta llena de peces de su amor. Con esos peces avecilla blanca, corazón de albatros; harás la cena del amor, tus manos suaves doncellas, no temen las labores hogareñas, se ciñen el delantal y ofrecen en sus sartenes la deliciosa cena marina en olorosa sazón. En el hogar del pescador y su amada, hay humildad y amor; se desborda como río la dicha y la miel de la comprensión. El mar los mira, y les lanza sus cintas celestes de besos en sus aguas onduladas. Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados.


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AL CALOR DE UNA TAZA DE CAFÉ

Al calor de una taza de café
la amistad en cálida armonía humea,
surgen las sonrisas relajadas, la plácida cháchara.
Y entre sorbo y sorbo,
se nutren los lazos de la hermandad:
se cuentan secretos, se gastan bromas.
Surge también a veces el amor
que paseaba con su velo escondido.

Un taza de café,
es el imán perfecto para endulzar una buena amistad;
en sus tazas abrigadoras cuántas anécdotas resbalan.
En círculos de amistad disfrutamos en torno a la señora taza de café;
las penas amargas olvidamos,
los lazos de cordialidad estrechamos.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú -Derechos Reservados

PESCADORA ALADA, AMBARINA.



PESCADORA ALADA, AMBARINA.
Pescadora alada, ambarina, de corazón de cal blanca,
¿Qué buscas en tus cálidas cestas al alborear la mañana?
Tus manos azucenas olorosas, tocan las redes mojadas
y el mar se siente celoso porque ansía también tocar tu sedosa piel de duraznos suaves.

¡Mira tus cestos! ¡Exuda peces, conchas y yuyos deliciosos!
Tu amado pescador héroe mágico, te ha dejado las cestas de su amoroso trabajo,
para qué disfrutes del jolgorio de la pesca abundante y generosa
que el mar bravío magnánimo, ha donado a sus hijos los hombres,
¡Por que los ama!

¡Canta pescadora, canta!
Canta a la buena pesca, a la vida sencilla en el mar,
a tu amado pescador que se ha derramado en flores de ternura
y te ha regalado la cesta llena de peces de su amor.

Con esos peces avecilla blanca, corazón de albatros;
harás la cena del amor,
tus manos suaves doncellas, no temen las labores hogareñas,
se ciñen el delantal y ofrecen en sus sartenes la deliciosa cena marina en olorosa sazón.

En el hogar del pescador y su amada, hay humildad y amor;
se desborda como río la dicha y la miel de la comprensión.
El mar los mira,
y les lanza sus cintas celestes de besos en sus aguas onduladas.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados.

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FISHERMAN ALADA, AMBARINA.

Winged fish, amber, lime white heart

What are you looking for in your hot baskets at dawn in the morning?

Your beautiful lilies touch the wet nets

and the sea feels jealous because it also yearns to touch your silky skin of soft peaches.



Look at your baskets! It exudes delicious fish, shells and weeds!

Your beloved magical fisherman hero, has left you the baskets of his loving work,

Why do you enjoy the abundant and generous fishing spree?

that the brave magnanimous sea has donated to its male children,

Why do you love them!



Sing, fisherwoman, sing!

Sing to good fishing, to simple life at sea,

To your beloved fisherman who has shed flowers of tenderness

and has given you the basket full of fish of his love.



With those white-eared fish, heart of albatross;

you will make love dinner

His soft, raised hands do not fear housework,

They wrap the apron and offer in their pans the delicious marine dinner with fragrant seasonings.



In the house of the fisherman and his beloved, there is humility and love;

Bliss and honey of understanding overflow like a river.

The sea looks at them

and throws his ribbons of heavenly kisses in its undulating waters.




Author: Edith Elvira Colqui Rojas-Peru-All rights reserved.

LOS PÉTALOS DE LA INOCENCIA

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LOS PÉTALOS DE LA INOCENCIA

En noche de lluvia de deseos
se deshoja la rosa del amor;
*brota la ternura al tocar tu piel
se rompe el cascarón de la inocencia
y en bandejas  ilusionadas
entregamos lo mejor de nosotros.

Inocencia que un día fue rosa en botón
y que ahora se abre
en su mejor color,
donándose plenamente
en esa noche vestida en tules de primera vez.

Si el amor se cuela entre los dedos de la entrega
los pétalos de la inocencia se entrega en libertad y con aires de alegría,
no el enturbia el miedo y va camino a su destino,
porque sabe que está en manos del que verdaderamente le ama.
Y vive plenamente la magia del primer encuentro
de las sábanas sedientas.
Y se hace rosa niña abandonada en los brazos del amado.


Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados©

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