Te amo poesía, madre, amiga, compañera
mía,
amo tus ojos, tus huellas, tus palabras,
tus ritmo cadenciosos,
tus manos alfareras, tus pies que
ligeros vuelan.
Tus labios con sabor a canela y fresa
y tu olor a sándalos frescos.
Amo tus largas cabelleras de rimas y
estrofas inspiradas,
amo la sal que le pones a lo cotidiano,
amo los sentimientos con que traspasas
el alma,
amo tus banderas levantadas en son de
paz,
amo tu grito de libertad y justicia
social.
Amo tus largas escaleras de sueños
porque en tus brazos me llevas la
saborear el cielo.
Amo tu figura completa: de la cabeza a
los pies,
¡A ti no te cambiaría nada!
Amo, cuando me despiertas por la mañana,
cuando me sigues por las calles,
y cuando sale la luna plateada.
Amo tu generosidad de madre proveedora,
tu caridad con tus hijos poetas
que piden inspiración en tus fuentes
concretas.
Amo tus rimas, tus verbos, tus figuras
literarias que bailan en mi tintero alborotadas,
Amo tus tonalidades y colores diversos.
Amo tu carita de niña inocente y buena
tus apasionados besos de fuego,
tu serenidad y tus torbellinos
huracanados.
Amo tus vestidos largos vaporosos
llenos de fantasía,
amo la luz y la ternura que irradian tus
estrofas
¡Y cómo me deleito cuando me haces razonar en cada verso!
La poesía me atrapó un día, en sus
mágicos senderos
y en sus volátiles alas.
Desde entonces,
¡Ya no soy la misma!
Transformó mi vida.
Me Iluminó con su luz clara y sus
melodías,
¡Me conquistó en tus mágicos vuelos y
sus nubes de sueños!
Amo la poesía como a la luz del sol y
del día,
porque sus pétalos suaves me regalan la
magia y la fantasía.
Porque en sus abrazos de letras, siento
vivir la verdadera la vida,
porque en sus manos palomas blancas
puedo regalar un poco de paz, amor y
alegría al mundo.
Amo la poesía, porque me hace soñar,
sentir, vivir.
¡Sí, la poesía es como el agua clara,
que me da vida!
Amada poesía,
recorre todos los campos de mi ser,
inúndame en ríos de ilusión,
¡Poséeme toda entera!
*Autora: Edith Elvira Colqui Rojas -
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