© SOY UN PEZ SOÑADOR

SOY UN PEZ SOÑADOR

Busco peces con plumas doradas comprometidas, peces con zapatos de tierra... Este poema lo podéis seguir leyendo en las plataformas que siem...

martes, 10 de septiembre de 2019

HUBO UN HOMBRE TACAÑO (quintillas)




Resultado de imagen para tacaño


Hubo un hombre muy tacaño,
que no compartía nada,
muy desconfiado y huraño,
que de su sombra dudaba,
no daba a nadie, peldaño.


Un día salió a la calle,
y dejo todo cerrado,
con cuidado, con detalle;
desconfiaba demasiado
que alguno sus bienes halle.


De pronto una voz se oyó:
"Aquí sufrimos incendio
nuestra casa se quemó;
para el viejo un estipendio,
todo, todo, lo perdió"

El viejo no lo creía,
pues se moría de miedo
y llamó a la policía,
que no le dio ni un viñedo;
su corazón se afligía.

Estaba desesperado,
y muy triste por su dinero,
lloraba desconsolado,
por su amigo compañero,
que mal lo había dejado.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados








EMILIA EN LAS NUBES DEL AMOR

No hay ninguna descripción de la foto disponible.


Resultado de imagen para MUJER Y JEFE CONVERSA









EMILIA EN LAS NUBES DEL AMOR- Relato

Ella era una típica joven que vivía sola en un apartamento del centro de la ciudad.
Había dejado a su familia allá en México y se había ido a vivir a New York. Era alta  delgada, con una figura bella, de buena educación y mentalidad abierta.

Emilia era modelo y como toda modelo, cuidaba mucho su alimentación y su arreglo personal, había tenido enamorados ocasionales pero nunca se había enamorado, pues buscaba un tipo que se amolde a su tipo de vida, la acepte como ella era, no sea celoso, la entienda, apoye y quiera estar siempre con ella. Muchos hombres  admiradores le enviaban peluches, rosas, pero ella las tomaba, agradecía, pero no acudía a las citas que le proponían junto con esos regalos.

Un día que había terminado su sesión de fotos, saliendo del estudio se topó con un hombre de contextura mediana, blanco  y que llevaba unos lentes que lo hacían ver interesante.
-Disculpe señor- Le dijo ella
-Disculpe usted señorita, no la vi, lo lamento, ¿Está usted bien?
-Sí. Sí, no se preocupe, llevo prisa, perdone
y se fue presurosa a su casa, aunque el recuerdo de ese hombre, no sabía por qué, había quedado prendido en su memoria.

-Emilia se disponía a dormir cuando sonó el teléfono:
-Señorita Emilia, buenas noches  lamento llamarla a esta hora pero le comunico que mañana deberá llegar muy temprano, pues vendrá un nuevo cliente que necesita fotos de modelos para su próxima campaña de perfumes.
Emilia estaba cansada pero accedió al pedido de su jefe-Esta bien Don Manuel me presento mañana a las ocho en punto
-Así me gusta Emilia, no debemos despreciar estas oportunidades que traerán excelentes réditos para mí y para ti. Te espero entonces temprano.

El reloj sonaba a rabiar y Emilia aún no se despertaba, pero el ruido persistente terminó por sacarla de la cama,  se hizo el aseo personal apresuradamente, tomó solo un vaso de leche y se cambió con un vestido rojo y unos tacones negros altos. Se maquilló  rápidamente pues ya iban a dar las ocho y salió disparada de su casa.
Al llegar al estudio de fotos, se percató que aquél hombre con el que se había tropezado el día anterior hablaba con su jefe y le dio curiosidad de saber quién era, así que se acercó como para reportarse su jefe, aunque en verdad quería cerciorarse si efectivamente era él.
-¡Hola Emilia!, mira quiero presentarte al señor Juan López el gerente de la perfumería Rosas Fragantes, quién nos ha solicitado fotos de modelos, tú eres la primera así que a alistarte - Juan Pérez al ver a Emilia nuevamente se siente complacido le extiende la mano saludándole- Mucho gusto señorita  Emilia, yo soy Juan Pérez, gerente de la perfumería Rosas Fragantes y su atento servidor.
Emilia se quedó impactada que un gerente de una empresa la salude tan cortésmente y devolvió el saludo con una sonrisa de aprobación- Buen día señor Juan López, ojalá le guste la sesión- Pues  seguro que sí señorita si es usted la que va a modelar, es seguro que me agrade-
Ante estas palabras Emilia se sonrojó y dando un suspiro  se retiró a  realizar las sesiones de fotos.

Emilia lucía muy bella y elegante y posaba con mucho profesionalismo para las fotos, llevando siempre en sus manos los diverso perfumes de la marca Rosas Fragantes, Juan la veía muy extasiado y ella se daba cuenta que la miraba embobado.

Terminada la sesión de fotos Emilia se dirige a su casa, no sin antes agradecer a Juan, a su jefe, por haberse sentido tan cómoda en esa sesión. Juan al verla salir la sigue detrás. Emilia caminaba muy rápido, así que apura el paso  y la logra alcanzarla - ¡Señorita Emilia!, disculpe, he quedado muy complacido con su trabajo y  he pensado en invitarla almorzar, qué dice, ¿acepta usted por favor?- Emilia se queda muy sorprendida por esta oferta pero se sentía muy feliz esa tarde por su trabajo y el buen trato que él y su jefe le habían dado y acepta, además Juan no le era indiferente así que fueron   restaurante cercano del centro de la ciudad. Allí dialogaron muy amenamente, había química entre ellos, las burbujas de al amor flotaban en el aire entre estos dos seres desconocidos que se atraían mutuamente... (continuará)

 ©
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados 
No hay descripción de la foto disponible.

CUANDO QUIERO TOCAR EL CIELO

La imagen puede contener: una o varias personas y personas de pie

CUANDO QUIERO TOCAR EL CIELO

Mi mano se hace pequeña cuando quiero tocar el cielo,
me estiro, y me estiro, lo más que puedo;
cuando los sueños son altos
pequeñas resultan nuestras manos para poder alcanzarlos.

Me paro de puntas,
busco una escalera,
quiero sentir en mis yemas
la suavidad de un sueño cumplido,
saboreado, 
vivido.

No hay sueño que no alcance con mi barca persistente,
debo concentrarme, 
en cuerpo, 
alma y mente.

Ya toco la luna con mis dedos,
ya huelo el sabor de las nubes de la gloria;
mis velos soñadores ilusionados,
lograron la celeste hazaña.


Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados

No hay descripción de la foto disponible.



EL HOMBRE DEL DOLOR (nostalgia)


Resultado de imagen para HOMBRE SOLO

HOMBRE DE DOLOR (nostalgia)

¿Quién te apuñaló en duelo  la espalda
 hombre pequeño?
¿Quién te voló los sesos de dolor?
Relames melancolías en tu pecho lastimado,
no hay sol que mitigue tu pena,
no hay verano soleado en tu lecho mojado.

¿Y quién,
cercenó tus sueños
en una botella pequeña vacía?

¿Serán tal vez las aves del pasado
que te tienen acongojado?
O los tormentos de un futuro aciago
que aún no ha llegado.

Bebes el silencio de chopos negros 
en las alcuzas de tu plata quemada.
Recoges las plumas de los murciélagos muertos, 
de tu roto destino,
y lloras,
lloras tu cruel realidad.

¡Saca el sucio hollín del luto
de tu piel!
Levanta los visillos del dolor
y vuelve a renacer.


Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados
No hay descripción de la foto disponible.




Dúo de César Vallejo y Edith Elvira Colqui Rojas en su obra Los paso Lejanos






Dúo de César Vallejo y Edith Elvira Colqui Rojas en su obra Los paso Lejanos
Mi padre duerme. Su semblante augusto
figura un apacible corazón;
está ahora tan dulce...
si hay algo en él de amargo, seré yo.

Padre, tú duermes en semblante solemne
de marfil tierno,
en pájaros solitarios sin aurora vestida;
la hiel amarga, ¡ay!,  te la clave yo.


Hay soledad en el hogar; se reza;
y no hay noticias de los hijos hoy.
Mi padre se despierta, ausculta
la huida a Egipto, el restañante adiós.

 *Del hogar fugaron;
 las letanías inspiradas,
los pies ternura de los hijos.
¡Mi padre huye! , su mirada es lejana,
como el sol huraño del adiós.

Está ahora tan cerca;
si hay algo en él de lejos, seré yo.
Y mi madre pasea allá en los huertos,
saboreando un sabor ya sin sabor.
Está ahora tan suave,
tan ala, tan salida, tan amor.
Pero tú estás cerca, padre,
y yo tan lejos de los aleros de su alma.
Y mi madre, 
mi madre bebiendo los jugos de silencio
en el jardín de la soledad.
Se ve tierna paloma, rendida en su palomar.

Hay soledad en el hogar sin bulla,
sin noticias, sin verde, sin niñez.
Y si hay algo quebrado en esta tarde,
y que baja y que cruje,
son dos viejos caminos blancos, curvos.
Por ellos va mi corazón a pie.

El hogar se tiñe ahora
de solitarias voces de infancia,
fugaron las risas, los gritos alborotados,
repica en el alma  la tristeza y el vacío
mi corazón va dislocado,  desencajado,
en su otoño largo: sin padre y sin niñez.
¿Cómo juntaré los pedazos
del vidrio de mi dolor?


Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados




ENJAULADA

La imagen puede contener: 1 persona, pájaro

ENJAULADA

Encerrada en mi jaula de palomas quietas,

encuadrada en mis pensamientos,
tengo una visión limitante de los hechos.
La paloma quedó libre y yo presa,
presa de mis teorías,
de mis miedos,
de mis complejos,
de mis pensamientos circulares,
de mis formas chatas de ver la vida.

Tengo todo para ser feliz,

belleza,
inteligencia,
comodidades,
pero hay un pájaro enjaulado en mí que no me deja ser feliz,
que me convierte en ave presa, maniatada,
por mí misma.

Me daré una oportunidad

arrancaré las jaulas de mis sienes,
de mi pecho, de mi alma.
Soy un espíritu libre:
no una infeliz piedra inmóvil.


Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados








Caged


Locked in my cage of still pigeons,

framed in my thoughts

I have a limiting view of the facts.

The dove was free and I was caged.

prey to my theories,

of my fears

of my complexes

of my circular thoughts

of my flat ways of seeing life.


I have everything to be happy

beauty,

intelligence,

mod cons,

but there is a bird locked in me that doesn't let me be happy

That makes me a jailed bird.


I will give myself a chance

I will break the cages of my temples,

From my chest, from my soul.

I am a free spirit:

It is not an unhappy stone



Author: Edith Elvira Colqui Rojas-Peru-All rights reserved

Senryu (En mi espejo)


La imagen puede contener: 1 persona



Senryu (En mi espejo)

En mis espejos
no veo mi figura;
sino su sombra.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados