Dúo de César Vallejo y Edith Elvira
Colqui Rojas en su obra Los paso Lejanos
Mi
padre duerme. Su semblante augusto
figura
un apacible corazón;
está
ahora tan dulce...
si
hay algo en él de amargo, seré yo.
Padre, tú duermes en semblante solemne
de marfil tierno,
en pájaros solitarios sin aurora
vestida;
la hiel amarga, ¡ay!, te la clave
yo.
Hay
soledad en el hogar; se reza;
y
no hay noticias de los hijos hoy.
Mi
padre se despierta, ausculta
la
huida a Egipto, el restañante adiós.
*Del hogar fugaron;
las
letanías inspiradas,
los
pies ternura de los hijos.
¡Mi
padre huye! , su mirada es lejana,
como
el sol huraño del adiós.
Está
ahora tan cerca;
si
hay algo en él de lejos, seré yo.
Y
mi madre pasea allá en los huertos,
saboreando
un sabor ya sin sabor.
Está
ahora tan suave,
tan
ala, tan salida, tan amor.
Pero tú estás cerca, padre,
y yo tan lejos de los aleros de su alma.
Y mi madre,
mi madre bebiendo los jugos de silencio
en el jardín de la soledad.
Se ve tierna paloma, rendida en su palomar.
Hay
soledad en el hogar sin bulla,
sin
noticias, sin verde, sin niñez.
Y
si hay algo quebrado en esta tarde,
y
que baja y que cruje,
son
dos viejos caminos blancos, curvos.
Por
ellos va mi corazón a pie.
El
hogar se tiñe ahora
de
solitarias voces de infancia,
fugaron
las risas, los gritos alborotados,
repica
en el alma la tristeza y el vacío
mi
corazón va dislocado, desencajado,
en
su otoño largo: sin padre y sin niñez.
¿Cómo
juntaré los pedazos
del
vidrio de mi dolor?
Autora:
Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados
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