UN MAL AMOR
¡Para qué guardarte rosas!
¡Para qué sembrarte verdes prados!
Si solo fuiste
*el sufrimiento de un mal amor.
Me hice piel de ternura para ti
me hice sol de alegría;
dejé costumbres y manías
familia, sueños...
Pero tú no valoraste mis azucenas
del querer,
tú solo tenías ojos para tus
espejos de egoísmo.
Tus acciones llevaron
a hundirse lentamente a la barca
nuestro amor
sin visos de resurrección.
Tus hogueras se apagaron,
tus palomas de besos y caricias ya no me llenaron;
los ecos de tus figuras ya no me
faltaron.
Asume ahora pues mal hombre,
los vasos rotos de nuestra
relación.
Bebe de sus copas hasta el hartazgo
¡Sufre lo que sufrí yo!
Autora: Edith Elvira Colqui
Rojas-Perú-Derechos Reservados
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