Hubo un hombre muy tacaño,
que no compartía nada,
muy desconfiado y huraño,
que de su sombra dudaba,
no daba a nadie, peldaño.
Un día salió a la calle,
y dejo todo cerrado,
con cuidado, con detalle;
desconfiaba demasiado
que alguno sus bienes halle.
De pronto una voz se oyó:
"Aquí sufrimos incendio
nuestra casa se quemó;
para el viejo un estipendio,
todo, todo, lo perdió"
El viejo no lo creía,
pues se moría de miedo
y llamó a la policía,
que no le dio ni un viñedo;
su corazón se afligía.
Estaba desesperado,
y muy triste por su dinero,
lloraba desconsolado,
por su amigo compañero,
que mal lo había dejado.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados
No hay comentarios:
Publicar un comentario