Yo no soy la primavera,
tampoco la panacea,
ni el sol que alumbra y recrea,
poeta ilusa,
ave ciega.
Mi canto
es don del cielo,
no hice esfuerzo por fabricarlo,
mi ser es como una hoja
que
se deja llevar por el viento del señor.
se deja llevar por el viento del señor.
Nací
para poeta y escritor
para regalar al mundo mi flor,
y por ello no me jacto de mi labor.
Tengo sed
del verbo
de sus frutales,
de su burbuja que al infinito eleva.
Me falta mucho
para alcanzar sus escaleras
pero no me desanimo
sé que algún día tocaré sus luminosas esferas.
Edith Elvira Colqui Rojas Perú Derechos reservados