Tu ausencia me sabe a fruta agria e insípida,
¡A veneno que mata!
Cuelga sus ropajes largos,
en los tendederos de mi alma;
dejó mis esperanzas,
ahogadas, en ríos de penas.
Ay, tu ausencia vida mía
clavos encendidos
lacerantes que golpean sin piedad.
Me tiñen el alma
en soledad negra;
me secuestra
en sus barcos de suprema melancolía.
Desde que te fuiste amado mío,
fugaron de mi vida tus lunas de amor,
siento solo inviernos tristes
y noches sin luna.
¡Quítame esta pena mi caballero blanco!
Resplandezcan con tu sol, mis días.
Átame a la cintura de tu vida,
cómo aquellos días de verano
en que en sol caliente, ardía en nuestros besos.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados de Autor- safe creative
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