
NO LLORES MI PRINCESA
(sexteto siguiendo la sonatina de Rubén Darío)
No llores mi princesa, ¡no llores por favor!
¡Qué no mude tu rostro, en grisáceo color!
¿Qué el oro ni los bienes, sacian tus ansiedades?
¿Qué tus bellos palacios, perdieron sus encantos?
Tus melódicos cantos, se tornaron en llantos,
no llaman tu atención las excelsas ciudades.
Veo un lirio dormido, de azul melancolía
que en tus ojos hermosos, su pétalo abriría,
¿Quizás buscas príncipe, copioso en mil sorpresas?
al que entregues mimosa, tus mieles de dulzuras
que tu jardín rellene de eclécticas ternuras
con un terno lujoso, de maneras inglesas.
Anima tu madrina, tus endechas eternas,
apagaron tus sueños, las lánguidas linternas
tus carruajes no sacian, tus latidos de amor,
tus dragones no apagan, tu fuego de entusiasmo
solo revelas pena con angustioso espasmo
¡No sigas presa niña, de malsano dolor!
Qué vendrá tu príncipe, con mariposas besos
y dejará en tu piel sus pinceles impresos
y con varonil sello saciará tus vertientes
con su brioso caballo llegará muy radiante
borrará tus lágrimas en diminuto instante
cubrirá de rosales, tus solitarios puentes.
Autora : Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados
Métrica: Sexteto
Estrofa de seis versos en variados esquemas; algunas de sus posibilidades son: ABABCC, ABBAAB
AABCCB, ABCABC
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