MI AMIGA
JULISSA
¡Oh, querida
amiga Julissa!
Estás
pegada en cada caramelo de mi infancia
como un
dulce recuerdo.
Me
acuerdo que jugábamos
hasta
tarde vistiendo muñecas,
cuando éramos
muy niñas,
Luego
crecimos y nos divertíamos
jugando
voleibol frente a mi casa,
tan
emocionadas y fervorosas.
Luego
salía tu hermano o tu madre:
"Julissa
a la casa" y tú, aunque no querías
obedecías,
y con una sonrisa de mí te despedías.
Luego, de adolescentes,
íbamos
juntas a las fiestas de la cuadra,
me
enseñabas muchos pasos, ¡eras experta bailarina!
y yo
aprendía rápido,
pues
también me gusta bailar y cantar.
Me
acuerdo que ambas jugábamos a ser Yola Polastry
y cada
una salía al escenario ficticio (La banca del parque)
a cantar
canciones infantiles pegajosas.
Y cómo no
recordar cuando nos enamoramos del mismo chico.
Yo te
quería demasiado
así que
te lo dejé para ti,
y hasta
te acompañaba
para que
le mandes cartas de amor
con un avión
de papel.
Me gustaba
verte siempre feliz.
Oh, amiga
buena, compartimos muchas horas,
éramos
como hermanas.
Mi padre
te apreciaba y te hacía bailar en mi sala
y mi
madre te invitaba limonada.
Pasó el
tiempo, crecimos,
yo me
dediqué estudiar en a la universidad
y tú
trabajabas,
y un día
nos encontramos en las calles de Lima y nos saludamos con cariño.
Luego
viajaste a Italia y te casaste dulce amiga,
y ahora
por el Facebook nos saludamos.
Nuestra
amistad de años,
siempre
la guardo en mi regazo,
es para
mí brillante cuarzo.
Gracias,
amiga Julissa,
por estos
bellos recuerdos
de
infancia y juventud que pasé a tu lado.
Gracias
por colorear de alegría y fantasía
mi vida
en mis tiempos pasados.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados
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