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Dos maneras de vivir la Navidad
La Navidad puede vivirse
de dos maneras distintas:
una que compra y consume,
otra que al alma conquista.
sin que tanto gasto abrume.
Hay quien la vive pagana,
entre mercados y exceso,
mesas llenas, ruido y prisas,
hartazgo vacío por dentro
y Papá Noel brillando en el centro.
Y hay quien la vive cristiana:
villancicos al cantar,
la familia unida en rezo,
un pesebre para adorar.
Al Niño Dios contemplamos,
nacido en humilde cuna,
compartimos con el pobre,
donde el amor se hace fortuna.
Se apaga el brillo del oro,
pierde poder lo banal,
pues Cristo es luz y camino,
dueño del tiempo y del pan.
Dos formas hay de Navidad:
la comercial, superficial,
y la que eleva el corazón
hacia lo eterno y celestial.
Esta última nos transforma,
nos enseña a amar de verdad,
nos hace hombres más completos,
ejercitados en la caridad.
Edith Elvira Colqui Rojas-Perú
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