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lunes, 1 de diciembre de 2025

Navidad de ayer






Navidad de ayer

Navidad, tiempo de amor y de nostalgia.
Llueve alegría sobre el alma,
pero también la nostalgia se derrama
y va pintando los recuerdos
con los colores de un tiempo que se fue.

Se encienden las bombillas,
despierta el belén,
y los instantes de infancia
vuelan hacia mí,
suaves como mariposas encendidas
de un ayer que murmuraba felicidad.

Veo a mi madre junto al pavo humeante,
derramando ternura en cada rincón;
y a mi padre, con su voz llena de fe,
alzando con mis hermanos villancicos al cielo,
hilando ternura y devoción.

Hoy la nostalgia me abraza,
pues padre y madre ya no están;
pero su cariño sigue vivo,
como una estrella que nunca deja de brillar.
Y cuando celebro la Navidad cada año,
sé que allá en el cielo celebran conmigo,
sonriéndome desde su eternidad,
siguiendo mis pasos suaves
en mi mesa familiar.

Las bengalas alegres de la Navidad
encienden esta mezcla de sonrisas y lágrimas.
Celebro la magia viva de la Navidad florida,
pero lloro la certeza de que aquella Navidad de mi ayer,
la Navidad de la infancia dulce y serena,
con mi padre, madre y hermanos,
tan pura, tan nuestra,
ya no volverá.


Edith Elvira Colqui Rojas-Perú



 Versión 2

Navidad, tiempo de amor y nostalgia.
Llueve alegría sobre el alma,
pero también la nostalgia
pinta los recuerdos
con los colores de un tiempo que se fue.

Se encienden las bombillas,
se arma el belén,
y los instantes de infancia
vuelan hacia mí
como mariposas cálidas
de un ayer que murmura felicidad.

Veo a mi madre preparando el delicioso pavo,
con esa ternura que llenaba cada rincón;
a mi padre guiándonos con su voz llena de fe,
haciendonos cantar villancicos
con ternura y devoción.

Hoy la nostalgia me envuelve,
pues padre y madre ya no están;
pero su cariño permanece,
como una luz que nunca se apaga.
Y cuando celebro la Navidad cada año,
sé que allá en el cielo celebran conmigo,
sonriéndome desde su eternidad,
acompañando mis pasos en mi mesa familiar.

Las bengalas alegres de la Navidad
iluminan esta mezcla de alegría y tristeza.
Celebro la magia de la Navidad florida,
pero lloro la certeza de que aquella Navidad de mi ayer,
la navidad de la infancia serena,
con mi padre madre y hermanos,
tan pura, tan nuestra,
ya no volverá.

Edith Elvira Colqui Rojas-Perú

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