Me miro en el lago azul de tus ojos,
y me descubro a mí misma,
desnuda.
En tus esferas
aletean mis gacelas contentas,
guarnezco segura en tu horizonte.
Tu viento me mima,
me encandila;
en tus pasos naranjas
duermen algodones suaves,
melosos relaves.
¡Oh trino de paz almibarado!
Quiero pernoctar siempre
en tu lago alado,
¡Llévame en tu trineo dorado!
Necesito vivir en la calidez de tus arcos.
Ansío tu sal,
no vivo sin tu fuente,
abróchame siempre
con la lana de tu ternura.
Autora Edith Elvira Colqui Rojas Perú Derechos reservados
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