Huérfanos del feminicidio
Luego del embate
del agresor,
luego que la vida de su mujer se oxida por su causa,
pajaritos indefensos quedan en cruel orfandad
y lloran copiosamente su triste realidad.
Se quedaron sin madre
se quedaron sin sol de ternura,
sin sol de amor.
Lloran rosarios de amargura:
Un padre en la cárcel y una madre que ya no está.
Sumergidos en el mar de las preguntas sin respuestas,
les baña el agraz de la duda y el desconcierto,
¿Su destino en qué noria parará?
¿Quién como la madre los cuidará?
Su alma marcada en mil lanzadas
jamás se curará;
son huellas que en el tiempo
como cruz pesada llevarán.
Autora Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados
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