Sufre el mundo porque sacó de su vida a Dios
El mundo sacó de su vida a Dios
se creyó más inteligente que él.
Altero el orden natural
de una creación que tenía orden, equilibrio y equidad,
pasamos a un mundo lleno de caos, ambición e inmoralidad.
Quiso ganar más dinero y ser más que los demás
e inventó las armas, las guerras, la discriminación.
Quiso alterar los genes y creó
monstruosidad.
Es bueno inventar, crear, avanzar, pero con los límites de la ética y lo legal.
Por querer saltar las normas
hizo un bacanal.
El mundo se olvidó que Dios lo invitaba a amar a su semejante,
pero él lo ignoró y por encima de sus hermanos humanos,
solo el dinero y los bienes le importó.
Dios le dio una hermosa naturaleza, animales, peces, plantas,
el día, la noche el sol...
Pero indiscriminadamente los destruyó
todo por su malsana ambición.
El dios dinero y poder
reemplazaron al Dios de la armonía y la bondad
y por eso hasta su ecosistema, supo dañar sin piedad.
Quiso saber, tener y poseer
sin tener en cuenta a su hermano ni a su planeta, menos las reglas del buen Dios.
Poco a poco la tierra destruía con su infernal mano.
¡Hombre para ya la mano!
¿Qué clase de planeta a las próximas generaciones quieres dejar?
¿Un mundo sin amor, sin normas, con libertinaje, adorando al Dios dinero, sin agua, con hambre, desastres naturales, enfermedades y escasez?
Te desesperas y luchas por bienes
cuando el Dios del cielo ya todo lo tenía controlado;
con tu inteligente mano
mira la catástrofe que has provocado.
Piensa hombre necio:
solo te quedarás, con los bolsillos llenos de plata, con tus ínfulas de ser superior,
pero sin planeta tierra que habitar.
¡Si es que existes, luego de tanta guerra bacteriológica, atómica y desastre natural!
El hombre se olvidó de Dios
y yo pregunto:
¿Puede alguien olvidarse del que lo creó?
¿Puedes olvidarte de tu madre o padre y vivir feliz?
Autora:Edith Elvira Colqui Rojas -Perú- Derechos reservados
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