ENCERRADA POR LA PANDEMIA (musa
visual 31)
Encerrada por la pandemia miserable,
mi alma llora como pájaro enjaulado
desolado.
Diariamente el tedio me mira con sus
ojos de mal agüero,
y el virus, con su sonrisa
macabra, detestable,
¡Languidecen mis ilusiones y se cercenan
mis sueños!
Suspiro en humos de quimeras de tiempos
pasados,
cuando mi destino era de oro y mis labios
se pintaban de alegría,
cuando conversaba, reía y cantaba en
bombardas de libertad.
Hoy me intoxica la nostalgia,
mis proyectos han quedado estancados:
mi trabajo llora desempleado,
mis hijos sin colegio, ni parques
manzanos,
mis amigos y familiares alejados,
mi psiquis alterado,
estoy a punto de estallar en un colapso
nervioso.
Las noticias me hablan de cifras de
muertos
que como monstruos furiosos, atacan y
avanzan cada día,
¡Un virus detestable es el culpable!
Y grito en mi torre, encerrada como
Segismundo:
¡Quiero que esta vida sea un sueño, que
este encierro sea fantasía!
¡Qué se vaya con su mosto de tragedia a
otra parte!
Qué se evaporicen sus efectos,
¡Qué la vacuna, hada salvadora, pronto
llegue!
Mientras tanto, se arrastran mis pellejos
en el tedio,
en la angustia de un destino incierto, se
cocina:
¿Cuánto tiempo estarán sus tentáculos
entre nosotros?
Pero no me dejaré vencer por el cíclope de
la desesperanza,
leeré la biblia, haré yoga, ejercicios,
diversas actividades,
¡Aún estoy viva!, aún el virus no me alcanza
con sus dientes de sables.
Autora Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados
© 16/05/2020
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