MI GATO PIPO (prosa)
Pipo tú siempre fuiste un
gato excepcional.
Divisabas conmigo cuando salía
al jardín a regar y movías la colita sin parar.
¡Cómo olvidarte a ti el
engreído de la casa!
Cuando llegaste eras solo una
bola pequeña de pelos
y poco a poco con nuestros
cuidados y sobre todo de Moisés te hiciste un gato vigoroso y buen cazador de
ratones.
¡Ah cuánto te extrañamos
compañero, amigo!
Eras nuestro relax perfecto,
cada integrante de la familia que entraba saludaba y luego al sillón donde te
hospedabas, se dirigía para hacerte algún mimo.
Tú contento y cariñoso devolvías
las caricias y en tus ojos saltones y tu ronroneo se dibujaba tu alegría.
¡Oh mi gato añorado!, Cuánto
extraño tu presencia a mi lado
Mientras escribía mis versos
inspirados tú eras mi vigilante, mi amigo dorado.
Yo estaba siempre atenta tus
maullidos para pedir comida o para ir al baño.
Eras un gato noble y bien
aseado.
Ahora ya no estás, un día
saliste como siempre a pasear pero ya no regresaste,
y la casa se tiñó de tristeza
sin fin.
Gracias por siempre Pipo,
¡Cuánta alegría nuestro hogar regalaste, cuántas travesuras quedan en la casa
grabadas, cuánto recuerdo tu compañía cuando iba a podar las rosas de mi
jardín y tú siempre estabas al acecho viendo si no había por allí algún perro
que quisiera atacarte.
Pienso que debe existir un
cielo para los gatos; ellos son tan nobles y obedientes. No hacen daño a la
gente y solo alegran y relajan nuestros días.
Ellos no mienten, no engañan,
no envidian. Ellos solo Comen, duermen y juegan pacíficamente.
Autora: Edith Elvira Colqui
Rojas-Perú-Derechos Reservados (Prohibida la copia total o parcial de la obra)
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