Lágrimas de mujer,
como plumas flotantes caen
de tus ojos,
se inyectan de pena,
recorren la piel tersa abandonada.
Lágrimas coloridas,
de penas diversas,
gotean incansablemente.
Son crenchas de desamor,
son caracolas mojadas de tristeza.
Él no llegó a tu nido hoy,
y revolotean por tu cara
los halcones del dolor.
Aterriza la melancolía en tu rostro de seda,
el iris de tus ojos luce cansado,
agotado en la decepción.
Mujer levántate,
que la pena no te aplaste,
¡Hay otros cielos qué descubrir!
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados
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