SI YA NO SOY TU LUZ
Si ya no soy tu luz, tu sol, tu agua,
¿Para qué la vida, para qué?
Si ya no soy la fuente
donde calmas tu sed,
¿Para qué los días para qué?
He dejado de ser
tu musa poesía,
he dejado de ser,
tu cielo, tu luz, tu guía.
Y derramo el corazón en
sangre de dolor,
¡Ay, cómo duele está verdad
fiera mi ruiseñor!
Muero de sed
de tus besos y caricias,
¡Muero de sed de ti!
Una y mil veces lo pienso en
mis adentros,
¡No debí enamórarme de ti!
¿Dónde estarás ahora?
Ilusión de mis primeras
horas.
¡Quizás en otras rosas
derramando tu miel!
O tratando de olvidar
a quién un día te quemó la
piel y el alma de brasas de ternura.
Si tu amor en mí se secó,
solo queda:
De la soledad su mustia
arboleda,
del junco de tu risa, su
vaivén angelical;
y esas beldades de tu entrega
especial.
Solo queda enterrarme en
estas telarañas
de vacío y soledad,
beber el llanto líquido de la
pena,
y vaciar el alma de ti.
A lo lejos, miro el sol
que resurge en nueva mañana.
Autora: Edith Elvira Colqui
Rojas-Perú-Derechos Reservados
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