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Busco peces con plumas doradas comprometidas, peces con zapatos de tierra... Este poema lo podéis seguir leyendo en las plataformas que siem...

jueves, 6 de diciembre de 2018

MILAGRO DE NAVIDAD (Cuento)




El ángel de la navidad pasea por las calles de la ciudad, abre cuidadoso con sus llaves mágicas las puertas de las casas para dejar presentes  a los niños pobres.
Ayer escuchó a Pedrito y María que lloraban desconsolados porque el padre estaba sin trabajo y temían quedarse sin comer y lo que es peor para ellos, quedarse sin sus juguetes de navidad.
Su ángel los escuchó y ahora viene sigiloso, abre su casa con su llave maestra y trae en sus cestos frutas, panes y los muñecos que los dos niños tanto anhelaban.
Los deja debajo del árbol y se desliza por la ventana hacia los cielos.
Por la mañana Pedrito se levanta primero va a mirar el arbolito de la sala que no contaba con adornos, (porque no tenían ahora para desperdiciar en esas cosas) y ve el cesto que el ángel había dejado y loco de contento llama a su hermana: - Hermanita, hermanita, despierta ven a ver lo que alguien ha dejado debajo del árbol- ¡Son los muñecos que tanto deseábamos! - Ante los gritos de Pedrito se despiertan los padres van a al a sala y ven el cesto llenos de alimentos y frutas para los niños y ellos además de unos muñecos para los niños. Y se quedan asombrados, - ¡Dios mío los milagros existen en navidad! - decía la madre, y el padre exclamaba :- Por Dios, ¿Qué es esto? - Pero ya para esto la hermanita de Pedro ante las exclamaciones de asombro se había despertado Y dice -Papitos es el ángel de la navidad quien lo ha dejado, yo anoche en mis oraciones se lo he pedido ¡Es él, estoy segura qué es él! Y Pedrito exclama: - Es verdad papitos lo que dice mi hermanita pues yo también rezando en mi cama se lo he pedido y me ha escuchado, ¡Bravo!
El padre y la madre sorprendidos no hacen otra cosa que alegrarse y abrazar a sus hijos emocionados y con lágrimas en los ojos exclaman: bendito ángel has traído bendición a esta casa, seguramente enviado por nuestro padre del cielo. Y junta la familia se pone de rodillas y bendicen al Dios del cielo que envió a su ángel y no los dejó desamparados.
Los niños felices en la noche de navidad jugaban con sus regalos. Los padres contentos los miraban regocijados.

 Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados
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