Castillos de amor y olvido
Voy construyendo castillos de amor en
una cima, alta, empinada; para que me puedas ver siempre y me recuerdes.
Las olas de un mar azul,
golpean incesantemente las costas
de mi castillo;
así como los ecos de mi voz te llaman,
siempre
con las olas de mi ansiedad...
Hoy he subido a las habitaciones altas
y vi por la ventana que
tu imagen se perdía diluida en este mar azul y no la pude retener.
¡Qué difícil retener el amor cuando ya
no te siente!
En el exterior, he sembrado plantas y
flores,
que son los alegres recuerdos de amor
contigo en mi castillo.
Me conoces,
yo soy el castillo que se funde en tu
alma,
que te busca, que te llama...
En ti soy bella, bella como un castillo
francés,
con sus torres, almenas y
ventanales.
Yo soy ese castillo que vive en ti, que
no respira sin ti.
Toma entre tus manos mi castillo, dale
de beber, dale agua...
En las noches tengo miedo en mi
castillo, pues hay poca luz;
no te puedo ver y sufro.
Es entonces que un rayo irrumpe mi
castillo,
lo hace pedazos y cae, ¡cae!,
Como se desvanece, poco a poco, la
esperanza de verte.
A lo lejos, gaviotas negras del olvido,
vuelan en círculo por mi castillo
alicaído.
Tú ya te has ido,
y yo aquí otra vez sola, en mi inmenso castillo...
(Todavía reservo una habitación grande para
ti...)
Autora Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados de autor/copyright ©
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