Con mil marcas, de dolores, embebida
de alegrías y sonrisa tan precaria
en pasajes de juventud, ya perdida.
Abrazando, mi rutinaria quimera,
contemplando mi mañana favorita,
y tocando su faceta traicionera
por el amor que callado resucita.
Ese clavo, que perforó, tantos huesos,
ese varón que traicionó mis desvelos,
que me dejó suspirando por sus besos;
que se llevó mis sonrisas terciopelos.
Viento frío, haz que olvide ¡Llorar no debo!
Primavera compañera ¡No lo llames!
Sus recuerdos, lacerantes, siempre llevo
¡Aunque suenen, a mentiras tan infames!
Y volverá, tan lloroso, como niño,
¡Suplicará por mis besos, tembloroso!
Yo cerraré mis ventanas a su guiño;
no supo ser, de mi vida, sol hermoso
de alegrías y sonrisa tan precaria
en pasajes de juventud, ya perdida.
Abrazando, mi rutinaria quimera,
contemplando mi mañana favorita,
y tocando su faceta traicionera
por el amor que callado resucita.
Ese clavo, que perforó, tantos huesos,
ese varón que traicionó mis desvelos,
que me dejó suspirando por sus besos;
que se llevó mis sonrisas terciopelos.
Viento frío, haz que olvide ¡Llorar no debo!
Primavera compañera ¡No lo llames!
Sus recuerdos, lacerantes, siempre llevo
¡Aunque suenen, a mentiras tan infames!
Y volverá, tan lloroso, como niño,
¡Suplicará por mis besos, tembloroso!
Yo cerraré mis ventanas a su guiño;
no supo ser, de mi vida, sol hermoso
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