La mariposa
Teresa
Érase una mariposita,
bonita y coloradita, llamada Teresa, que muy contenta iba todos los días a
libar sus florecitas
pero la malvad abeja Titi y la mariposa azul no la veían con buenos ojos. Pues le envidaban que era bonita y además trabajadora y planearon hacer algo: " Amiga abeja Titi, tenemos que hacer algo, porque esta mariposa es muy fea y golosa, se come toda la miel y el polen". Por su parte la abeja Titi contestaba: “Es cierto amiga y además trae mejor vestido que tú". Es así que juntas acuerdan alejarse de la mariposa Teresa y no hablarle nunca.
pero la malvad abeja Titi y la mariposa azul no la veían con buenos ojos. Pues le envidaban que era bonita y además trabajadora y planearon hacer algo: " Amiga abeja Titi, tenemos que hacer algo, porque esta mariposa es muy fea y golosa, se come toda la miel y el polen". Por su parte la abeja Titi contestaba: “Es cierto amiga y además trae mejor vestido que tú". Es así que juntas acuerdan alejarse de la mariposa Teresa y no hablarle nunca.
Teresita que no sabía de estos acuerdos va como todos los días al huerto y encuentra las flores marchitas y rotas- ¿Quién habrá hecho esto, pensó- Y al no hallar respuesta fue a preguntar a la abeja y a la mariposa azul que merodeaban por allí: Amiguitas ¿saben quién rompió las flores?, no tengo que comer hoy. Y ellas muy cínicas respondieron: " Y a nosotras que nos importa, no sabemos nada y no nos preguntes más, porque nosotras ya no somos tus amigas y nos vamos a jugar contigo”.
Con esta respuesta tan fría la abejita
entonces se sintió tan triste que ya no quería ir al jardín porque se sentía
muy sola y de tanta pena se enfermó y murió.
La abeja y la mariposa azul al enterarse, saltaron de alegría, que poco les duraría, pues vieron, que el huerto no era igual sin la mariposa Teresa. Ya no había nadie cantando por los huertos, libando con alegría el polen de las flores y decían arrepentidas -"Por querer deshacernos de ella, el jardín no es igual, se están muriendo las flores y los insectos se fueron y nos dejaron solas, era una buena amiga, pobre mariposa, lloremos juntas amiga”
La abeja y la mariposa azul al enterarse, saltaron de alegría, que poco les duraría, pues vieron, que el huerto no era igual sin la mariposa Teresa. Ya no había nadie cantando por los huertos, libando con alegría el polen de las flores y decían arrepentidas -"Por querer deshacernos de ella, el jardín no es igual, se están muriendo las flores y los insectos se fueron y nos dejaron solas, era una buena amiga, pobre mariposa, lloremos juntas amiga”
Y estuvieron tan arrepentidas que le hicieron
una estatua de mariposa, que hasta hoy está en medio de la huerta.
Autora Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados de autor/copyright ©
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