Érase unos niños traviesos, que se habían escapado de sus casas a escondidas para conocer un bosque misterioso. Habían llevado una cesta con frutas, algún pan blanco y muchos cuentos.
No repararon que avanzaban las horas y pronto los alcanzaba la noche. En vano buscaban el camino de regreso pues todo estaba oscuro, y después de tanto caminar, uno vio una luz tenue. Era un árbol gigante con un enorme hueco, que dentro tenía una lámpara colgante.
Los niños se metieron al hueco y se pusieron a leer muchos cuentos que había en su cesta para no acordarse del hambre y de llorar por estar perdidos.
Y pasaron los años y estos niños, ya viejos, todavía viven tristes, en este hueco grande del árbol, en un bosque perdido muy lejano.
(Quien no obedece a sus padres, puede sufrir muchos males).
Autora: Edith Elvira Coqui Rojas-Perú-Derechos reservados
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