Estalla mi cabeza en telas largas,
mi rostro se deshace…
mi rostro se deshace…
Poco
a poco.
Las telas vuelan por los aires
agitadas por el viento, se pierden en un valle inmenso.
Veo volver a reconstruirse mi cara,
en hiedras, plantas y mariposas.
Mis ojos son dos rosas,
ni nariz una mariposa,
mis cabellos oscuras mariposas azules,
engarzadas con hojas secas y verdes.
Soy una planta viviente,
necesito aire fresco, me ahogo en el mundo seco.
Si no me crecen más plantas en mi cabello muero.
Si la rosa no visita mi casa me asfixio.
Y si las mariposas no me vuelan, me desangro.
He visto reconstruirse a otro hombre, allá lejos,
pero al pobre se le reconstruyó la cara,
de ramas secas, estatuas inertes y dinero.
No es feliz, ese hombre...
Las telas vuelan por los aires
agitadas por el viento, se pierden en un valle inmenso.
Veo volver a reconstruirse mi cara,
en hiedras, plantas y mariposas.
Mis ojos son dos rosas,
ni nariz una mariposa,
mis cabellos oscuras mariposas azules,
engarzadas con hojas secas y verdes.
Soy una planta viviente,
necesito aire fresco, me ahogo en el mundo seco.
Si no me crecen más plantas en mi cabello muero.
Si la rosa no visita mi casa me asfixio.
Y si las mariposas no me vuelan, me desangro.
He visto reconstruirse a otro hombre, allá lejos,
pero al pobre se le reconstruyó la cara,
de ramas secas, estatuas inertes y dinero.
No es feliz, ese hombre...
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas- Perú - derechos
reservados
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