las grandiosas moradas de los cielos
de relucientes alas terciopelos,
y en sus columnas de oro; ¡coronadme!
!Embebecida estoy, ¡por Dios, habladme!
yo me encuentro sumida en mis desvelos
y pretendo alcanzarlas en sus vuelos,
¡Venid mágicas damas, consoladme!
Dejad esas lagunas encantadas,
de rubias fantasías excitantes,
para nutrir mi pluma de sus rosas.
¡Escuchadme princesas delicadas!
Necesito sus moldes elegantes,
sus mágicas esencias luminosas.
otra posibilida de este soneto:
grandiosas moradoras de los cielos,
del bosque, del camino y los riachuelos,
auxilio de poetas, ¡inspiradme!
Embebecida estoy, ¡por Dios, habladme!
que me encuentro sumida en mis desvelos
y pretendo alcanzarais vuestros vuelos,
¡Venid mágicas damas, consoladme!
Dejad esas lagunas encantadas,
de rubias fantasías excitantes
para nutrir mi pluma en vuestras rosas.
¡Escuchadme princesas delicadas!
que quiero en vuestros moldes elegantes
las mágicas esencias luminosas...
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-derechos reservados
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