Unos almorzando de los platos
del hambre,
otros despilfarrando en
tiendas comerciales;
unos sin agua, sin luz, sin
techo;
otros vistiéndose con las
modas de New York.
Unos durmiendo entre cartones
fríos.
otros alojándose en el más
lujoso hotel inglés.
Unos antojando todo en las
vitrinas expuestas,
otros comprando cosas y cosas
sin saber para qué
¡Ah bendita pobreza!
Hoy mis ojos en ti fijé
y al verte tan
desamparada
lágrimas sentidas expiré.
¡Cuánto dolor en tu cuerpo
enjuto enfermo!
¡Cuánta miseria en tus platos
vacíos paupérrimos!
¡Cuánto frío en tus casas de cartón
desiertas!
Y qué soledad de justicia en
tus puertas.
¡Ah pobreza amiga, hermana,
despierta!
tu cara, tu voz
alborotan mi conciencia
yerta.
¿Cómo paliar tu hambre, tu
soledad y tus enfermedades molestas?
Cómo beber el vaso de tus
mañanas inciertas,
¡Cómo sonreír viéndote tan
desprotegida?
Me duelen tus niños
descalzos,
sin ropa digna y sin
lonchera,
me hieren tus ojos
llorosos
ansiando el pan de la caridad
fraterna.
Que mi corazón de piedra
se haga rosa solidaria
que mi mirada indiferente
se haga montaña de ayuda
segura,
que descubra el cielo al ver
la ternura de tu figura.
Autora: Edith Elvira Colqui
Rojas-Perú-Derechos Reservados
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