Madre tierra nos prodiga su cariño y nos cuida,
como mamá leopardo a sus hijos.
Madre tierra
oxigena nuestros pulmones
en sus generoso brazos verdes.
Madre tierra
nos alegra con sus dulces cánticos de pájaros alegres
sus hermosas flores y animales diversos.
Madre tierra, solo ama y entrega,
¡Quiere ver a sus hijos felices y contentos!
¡Cómo mamá leopardo!
Madre tierra
recibe por sus ramas de amor,
tala de árboles e incendios forestales
y a sus ojos verdes de ternura
le han arrojado gases contaminantes y elementos tóxicos.
Madre tierra sufre,
por el desamor de sus hijos.
Su sangre verde corre y se va tornando en tóxico plomo.
¡Madre tierra no aguanta tanto maltrato!
Madre tierra cometió el pecado de amar
al hombre,
él su propio hijo
al que le dio la leche de la vida y el amor
es el que ahora la extingue.
Madre tierra amorosa se ha convertido en un monstruo
que todo a su paso lo arrasa y destruye.
Nosotros los humanos
la hemos trasformado.
¿De qué nos quejamos?
¡Que Dios por este daño nos perdone!
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados
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