Diálogo con la muerte
Ayer vi tocar la piel de un amigo por la muerte,
y mi alma se ha
escarapelado de rabia y dolor,
¿Dime muerte,
por qué llegas cuando te da la gana y sin tocar la puerta?
Sabes muerte,
¿cuánta pena derramas cuando mi piel arañas?
te has puesto a
pensar ladina
¿Las lágrimas
que necesito reparar por tus noticias aciagas?
Muerte no eres
bienvenida a mi casa,
aléjate de mis
amigos, de mi familia, de mis paredes cercanas.
¿Qué no te
irás?
¿Qué convives
con los hombres?
Vete, negra muerte,
aún no he
colgado mis sueños mayores en mi ventana ilusionada,
¡Yo soy muy
joven para recibir tus fieras estocadas!
No comulgo
contigo, hermana muerte,
a veces te
tengo miedo
y otras me
burlo de tu sonrisa fingida.
¡No te tengo
miedo ven, malsana!
Ya conozco tus
pisadas,
sé de qué pie
cojeas
y que atacas
por la espalda.
Sé que no te
puedo evitar,
pero, por
favor, sé buena conmigo,
espera, espera
que cumpla mis caros anhelos,
para que luego
me vaya contigo, en paz y contenta.
Ahora, ¡sal ya
de mi cuarto!
quiero dormir
tranquila sin sobresaltos.
Autora: Edith
Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados
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