La sonrisa de un niño
es un espejo limpio de pureza,
manantial de bondad y nobleza.
En la sonrisa de un niño,
vuelan mariposas y estrellas.
Veo en la sonrisa de un niño
toda la bondad de este mundo que ya se ha perdido.
Sus ojos luceros aun miran lo bello, lo simple
su voz tan blanca aún dice perdóname, lo siento,
sus manos tan buenas como el pan
solo sirven para jugar y alegrar.
Su faz tiene magia angelical,
nos lleva a un cielo alado, ideal.
¡Qué no se manche su inocencia mariposa blanca!
Que no se arranquen sus sonrisas con guerras,
¡Qué no se mutile su infancia con trabajos pesados!
¡Ellos son tiernos pajaritos
que merecen vivir, libres, contentos, por los campos!
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