En cinco minutos
En cinco minutos,
el sol ocultó sus hojas amarillas en mi desván.
En cinco minutos
el infierno quemaba
las plantas de mis pies.
Ya era una osamenta inerte
un roquedal ausente
un árbol mudo.
No había
quién oiga mi ruegos
quién me tienda la mano
en este desierto solitario.
Solo oía el aullido de lobos voraces
que querían triturar mi cuerpo,
solo sentía un aire gélido
recorriéndome toda la piel.
Y apareció un ángel blanco
que se compadeció de mí.
un ángel con cara de hombre
con corazón celestial,
que me dio su mano
y me hizo resucitar...
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas- Perú-derechos reservados
Poema escrito el 5 de Marzo de 2018 en Mundo Poesía España
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