Otoño de hojas amarillas
y de silencios dormidos,
en una banca solitaria del parque,
Muerdo la piel de la nostalgia,
las hojas amontonadas añejas me recuerdan
que el tiempo que se va, jamás vuelve;
que la vida pasa de prisa,
como estos vientos ligeros de otoño
y que debo apurar el paso,
o quizás dejar que sus hojas muertas
me sepulten por completo las bombillas ilusiones.
¡Ah, otoño de pantalones largos desgastados!
¡Ah, otoño con voz de tenor cansado!
Tus hojas regadas en el pavimento
me dan escalofrío.
Me resisto a creer que el hombre
es efímero;
que es solo barro y soplido.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados
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